El peor momento de la temporada para el Albacete ha llegado en este final de liga. El equipo de Rubén de la Barrera ha mostrado casi toda la temporada un gran rendimiento en el  Belmonte, pero siempre quedaba condicionado por actuaciones fuera de casa alejadas de lo que se veía en casa. Goleadas recibidas en el feudo de rivales directos han sembrado dudas, porque el equipo no era capaz de consolidar esa primera plaza a pesar de las oportunidades.
Conforme iban pasando las jornadas se veía que el partido ante el Andorra iba a ser clave para la lucha por el primer puesto, pero el cuadro manchego ya llegó con las decepciones sufridas en los tres anteriores encuentros celebrados fuera del Carlos Belmonte, donde se había perdido en Sabadell y empatado a cero con Castellón y Alcoyano. La decepción en el Estadio Nacional fue tremenda, sobre todo para una afición que se había volcado en estos últimos desplazamientos. El equipo de Rubén de la Barrera no ofreció un rendimiento acorde a lo que estaba en juego y fue netamente inferior a su rival.

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