La campaña pasada dejó pérdidas considerables en el Albacete

Juan Carrizo
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La realización de una ampliación de capital, la finalización del concurso de acreedores y la estabilidad financiera de la entidad hacen que el desfase no cause preocupación

Imagen de una Junta General de Accionistas del Albacete Balompié antes de la pandemia. - Foto: José Miguel Esparcia

El Albacete Balompié realizará el lunes la habitual Junta de Accionistas, a las 13 horas en el Belmonte, en la que analizará las cuentas de la temporada 2020-21, que poco menos han sido un desastre, debido principalmente a la pandemia, pero que no hacen peligrar la estabilidad financiera de la entidad tras la inversión realizada estos años por los propietarios, que han reducido en gran medida la enorme deuda que se encontraron.

La temporada pasada fue mala en lo deportivo para el Albacete, con el descenso de categoría, pero también lo fue en lo financiero, ya que a lo deportivo se unió la situación provocada por la pandemia, con muchos menos ingresos de los esperados y más gastos.

A pesar de las importantes pérdidas, la situación actual muestra un club estable y saneado, todo ello gracias a la inversión realizada por el propietario y la enorme rebaja de la deuda que tenía la entidad cuando llegaron al club. Ahora, la mayor parte de la deuda del Albacete es con la propiedad, que se ha visto reducida con las diferentes ampliaciones de capital realizada en la que se fueron compensando préstamos realizados.

El pasado mes de marzo se realizó una de estas ampliaciones, por valor de 6,2 millones de euros, de los que tres eran en dinero efectivo y 3,2 compensación de la deuda. Dicha ampliación se hizo con el objetivo de darle solidez financiera a la entidad, una estabilidad patrimonial y prever el impacto económico negativo que tendría la Covid-19, al tiempo que reducir la deuda. Y menos mal que se realizó y gracias a ello el patrimonio neto del club es positivo, aunque bien es cierto que la situación para no entrar en causa de disolución la salva el registro de la cesión de derechos de uso del Carlos Belmonte, ya que los fondos propios de la entidad son 1,6 millones de euros, pero tras los diferentes ajustes por la cesión de uno del Belmonte, el préstamo participativo del propietario y las pérdidas Covid del ejercicio 2020, el club alcanza un patrimonio neto ajustado de 8,8 millones de euros por lo que el auditor entiende que el Albacete "no está en causa de disolución a los efectos del artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital, que indica que el patrimonio neto no puede ser inferior a la mitad del capital social de la empresa y el del Albacete, tras la última ampliación, está en 13,7 millones de euros.

Las cuentas de la temporada 2020-21 son realmente alarmantes si no se tienen en cuenta las diferentes situaciones que se han producido, sobre todo la pandemia. El resultado antes de impuestos presenta unas pérdidas de 2,6 millones de euros, superiores a los 1,8 millones que ya se presentaban en los presupuestos y que LaLiga había aceptado, al igual que con el resto de clubes, por la situación económica derivada de la sanitaria. Y en el club están incluso satisfechos porque la situación real iba a generar en torno a los 3,2 millones de euros, así que apretaron el cinturón para evitar que el desastre fuera menor. Lo que ocurre es que la entidad ha desactivado el denominado crédito fiscal, que es lo que hace que al tener beneficios en lugar de pagar impuestos se compensen las deudas de anteriores ejercicios. Por ello, el resultado después de impuestos da unas pérdidas de 4,7 millones de euros ya que «el impacto contable de la baja de los citados activos fiscales ha sido de 2,2 millones de euros», cita la auditoría, que también advierte que en cualquier momento si la entidad prevé la llegada de beneficios se puede volver a activar ese crédito fiscal y así seguir compensando las deudas de ejercicios anteriores que todavía colean

 

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