La Peña Taurina de Tarazona de la Mancha celebró un día campero en la finca de Los Prados, propiedad de la familia de Dámaso González y donde pasta la ganadería de Sonia González. Los aficionados tarazoneros obsequiaron a los jóvenes espadas paisanos y alumnos de la Escuela Taurina de Albacete, Mario Honrubia y Mario Ruipérez, con la lidia de sendos erales de la citada ganadería. Uno de ellos, el que tocó en suerte a Mario Honrubia, fue de una calidad excepcional y los responsables del hierro decidieron dejarlo como semental. Por su parte, Mario Ruipérez demostró muy buenas maneras ante un complicado rival que, al final, sucumbió a la muleta poderosa de Ruipérez. Estaba previsto que Rubén Cortés, otro novillero sin caballos de Tarazona, lidiará otro novillo, pero una lesión le impidió actuar, por lo que la Peña Taurina se comprometió a que lo toreara más adelante cuando esté recuperado.
La Peña Taurina tarazonera no tiene la costumbre de entregar ningún trofeo al finalizar la temporada, tal y como asegura su presidente, Isidoro Ruiz, pero sus más de 450 sociosquisieron tener un detalle con el matador de toros albacetense Sergio Serrano, que está muy unido a esta localidad albacetense desde que sufrió una grave cornada en su plaza de toros. Por esta razón, los aficionados tarazoneros le hicieron entrega al torero de un retrato original, obra del pintor Paco Gabaldón, quien captó un instante de Sergio Serrano en el callejón de la plaza de toros de la localidad albacetense.
La jornada se remató con una comida de confraternidad en los salones de la finca de Los Prados.