Los registros de la provincia en materia de empleo inciden en sus notas más negativas en los colectivos más vulnerables, particularmente entre las mujeres. Lo destaca así el conjunto de informes que el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) dedica al análisis del mercado laboral en clave femenina, aunque analiza también el comportamiento del trabajo y el paro entre jóvenes, mayores de 45 años y personas extranjeras. El informe utiliza los datos de 2019, y en él Albacete destaca por los malos indicadores respecto a las mujeres: La provincia tiene la tercera peor tasa de contratación femenina de España, y la cuarta peor tasa de desempleo.

Con los indicadores del pasado ejercicio, en una provincia donde la población femenina es el 50,04% de los habitantes, la contratación a mujeres se quedó en el 38,16%, una tasa que sólo empeoran en España la provincia de Jaén y la vecina Región de Murcia. 

En Jaén la tasa de contratación se quedó en el 30,76%, y en Murcia se queda por debajo del 34%. Junto a la provincia albacetense, con los peores resultados en contratos a mujeres están también  Córdoba, Badajoz, Ciudad Real y Lleida. En todas ellas los contratos a mujeres no llegan a cuatro de cada 10, o lo que es lo mismo, más de seis de cada 10 contratos de trabajo se firman con varones.

EL PERFIL. El informe del SEPE señala sobre el perfil de la mujer contratada que es el de una persona de 25 a 44 años, «con Educación Secundaria Obligatoria y no inscrita como demandante de empleo». Subraya a su vez que la nueva contratación femenina generada durante el pasado año «recayó en las mujeres mayores de 45 años y, en menor medida, entre las menores de 25 años». En el lado opuesto, el número de contratos formalizados por las trabajadoras de 25 a 45 años, pese a ser el más elevado, registró una reducción interanual del 0,58 %, «lo que generó una disminución de su peso relativo en el conjunto de la contratación femenina de 1,41 puntos porcentuales con respecto al año anterior y un retroceso acumulado de 5,36 puntos en los últimos 10 años». Se contrató menos a las mujeres jóvenes en búsqueda de empleo, y más a las de más edad, aunque este es un perfil genérico para todo el colectivo femenino, sin distinción por territorios.