La vicesecretaria general del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Ana Guarinos, ha reiterado esta mañana el voto negativo de su grupo parlamentario al nuevo canon medioambiental de la Ley de Aguas que, presumiblemente, se aprobará este jueves en el pleno de las Cortes autonómicas.

En rueda de prensa celebrada en Albacete, Guarinos ha criticado "la voracidad y el afán recaudatorio" del presidente regional Emiliano García-Page, y ha explicado que, en el marco de esa Ley de Aguas de Castilla-La Mancha, el Gobierno regional incrementará el recibo por consumo de agua una media del 35%, al aumentar los canon de abastecimiento y depuración y, además, "crea un impuesto nuevo medioambiental que supondrá un pago fijo de 24 euros al año, independientemente de si se consume agua o la vivienda esté cerrada, así como otro pago variable en función del número de litros y de personas que convivan en la unidad familiar".

Según la vicesecretaria regional del PP castellano-manchego, este nuevo canon medioambiental no se ha creado "para proteger el medio ambiente, sino para recaudar dinero" y ha cifrado en unos 70 millones de euros los ingresos derivados de todos los cánones que incluirá la mencionada normativa.

Ana Guarinos ha lamentado que esta decisión del Gobierno socialista llegue en un momento en el que se ha publicado que Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con mayor inflación del país y con una de las "mayores presiones fiscales", mientras 200.000 castellano-manchegos se encuentran en riesgo de pobreza y otros 600.000 en situación de pobreza y vulnerabilidad social. "A pesar de esta situación, Page les regalará un nuevo impuesto relacionado con el agua", ha concluido.