Hasta la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAPA) María Moliner de Albacete no ha llegado expresamente la petición de alguna AMPA sobre la necesidad de flexibilizar la jornada educativa ante esta ola de calor.

Las altas temperaturas que, según las previsiones se prolongarán hasta el fin de semana, han originado que en comunidades autónomas como Extremadura los escolares puedan salir a partir de las 12 de la mañana. Una flexibilidad que «está muy bien» para garantizar la seguridad y salud de maestros y alumnos, pero que debería ir acompañada por programas y servicios que garanticen la conciliación de la vida laboral y familiar.

Así lo entiende la presidenta de la FAPA, Rosario Pérez, que recuerda que desde que la jornada lectiva de junio culmina a las 13 horas, las actividades extraescolares ofertadas por las AMPA hasta las 14 horas cada vez tienen más alumnos inscritos. «Esto significa que habrá familias que puedan recoger a sus hijos del colegio a partir de las 12 de la mañana, pero otras que no pueden hacer, por motivos laborales, hasta las dos de la tarde».

Para la FAPA lo importante e imprescindible es que la Administración educativa tiene que adaptar los centros educativos a las inclemencias meteorológicas que están sucediéndose como consecuencia del cambio climático. «Lo idóneo sería que los patios contaran con toldos o techados, que se plantaran más árboles o que hubiese un número determinado de clases con aire acondicionado», considera Rosario Pérez, que explica que en jornadas tan calurosas como las que acontecen esta semana, algunas aulas cuentan con ventiladores, aunque «no todas ellas pueden tenerlos enchufados, porque saltan los diferenciales como ya ocurrió en pandemia con los filtros HEPA».

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