Cuando Villaescusa me mostró su libro -quiso el azar que fuera uno de los primeros en ver las últimas pruebas- supe que había escrito un libro memorable. «De blanco a blanco» es más que un libro extraordinario -y creo que insuperable- del Albacete Balompié. Es un libro memorable por cuanto quedará en la memoria precisa de cada aficionado y en la memoria global de la ciudad. Nos hallamos frente a uno de esos libros que permanecerán por siempre y para siempre en la historia de Albacete. Es un libro que va más allá del fútbol: es un libro de historia y es, sobre todo, una lección de periodismo -vibrante, verídico, verdadero- que tendrá el reconocimiento presente, pero que ha ganado ya el reconocimiento futuro, será un libro -ya lo es- canónico, de referencia nacional -y me atrevería a decir que internacional-. Cualquier equipo de primerísima división querría tener un libro como el que ha escrito Paco Villaescusa. Es arrebatador: los detalles tan precisos, la elección de los colores como guía y ventura de sus múltiples lecturas, la felicidad de su consulta, todo en este libro está bien resuelto y es formidable. Tengo la seguridad que habrá removido a clubes punteros deseosos de contar con un libro como el de Villaescusa y el Albacete Balompié acaba de ganarse un gran embajador, un libro que abre todo tipo de puertas, la gran tarjeta de visita no sólo de nuestro equipo, también de nuestra ciudad. Yo lo vi enseguida -creo que lo vi más de largo que el propio Villaescusa- y supe que este libro era un libro para la historia, pero no como otros muchos, es un libro de nuestra historia de letras capitulares, un trozo de alma albaceteña y es algo muy importante para la profesión: es el periodismo que añoramos, el de los tiempos de entusiasmo, un modo de vivir el periodismo como no hay otro. Como no le debo nada a Paco Villaescusa me alegro extraordinariamente de su éxito y escribo con la fiebre del reconocimiento y gratitud. Este libro quedará en la historia de la ciudad porque es un libro importante. Cada año que pase mejorará y acrecerá su prestigio. Estamos todos de enhorabuena.