En palabras de la vicepresidenta de la Diputación Provincial y consejera delegada del Instituto Técnico Agronómico Provincial, Amparo Torres, el ITAP hoy por hoy no sólo es el instituto de referencia a nivel regional sino que, asimismo, cuenta «con importantes repercusiones tanto nacionales como internacionales». Esta fama viene avalada, en su opinión, tanto por los proyectos de investigación en los que están inmersos junto con diferentes universidades y entidades, como por el resto de actividades que lleva a cabo en aras de que el sector agrario y ganadero gane en sostenibilidad medioambiental, económica y social, además de servir de fijación de la población y de motor de creación de empleo en general y en particular, entre los más jóvenes.
«Nuestra provincia y nuestra región son eminentemente rurales y por lo tanto tener un Instituto Técnico Agronómico tan puntero como el nuestro al servicio del sector agrario es, desde luego, toda una garantía. El campo es un trabajo muy sacrificado pero cada vez lo es menos al estar cada día que pasa más profesionalizado y más tecnificado. No obstante, el sector agrario es esencial porque todos los días hay que comer, hay que poner alimentos sobre la mesa. Y esto reza para toda la población con independencia de dónde esté o dónde viva», comenta la vicepresidenta de la institución provincial.
Y es que la finalidad básica del ITAP, como es conocido, es la transferencia de tecnología, divulgando los conocimientos y avances técnicos, como forma de hacer de puente y de conexión entre el mundo científico y las actividades cotidianas agroalimentarias en un entorno, además, cambiante.
«Si hace unos años podíamos tener una provincia eminentemente cerealista y en menor medida dedicada a los leñosos, en estos momentos, por contra, el espacio agrario ha cambiado hasta el punto que donde obtenemos buenos rendimientos y buena calidad es precisamente en los leñosos gracias, entre otras cuestiones, a un uso muy eficiente del agua», explica Torres para añadir a continuación que «no debemos olvidar no sólo que somos una de las provincias que tiene la mayor superficie de riego por goteo, sino que también hoy por hoy no somos competitivos, sea en herbáceos como en cereales, en leguminosas y proteaginosas, allá dónde no podemos regarlas».
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