Cuando irrumpió el Covid-19 en el mundo en los primeros meses de 2020, pocos creíamos que nuestras vidas, nuestra realidad, sufrieran tantos cambios en tan poco tiempo. Ahora, en 2022, ya creíamos vencido al coronavirus, pero en silencio y sin estridencias, el virus gana terreno y hoy los pacientes de Covid ya ocupan tres semiplantas del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, con cerca de un centenar de enfermos. Ésta es la cara más visible de la enfermedad pandémica, pero existen otras que pasan desapercibidas, y que sin embargo están presentes en nuestro día a día.
En los últimos días, se hicieron públicos los datos de las multas de tráfico del primer semestre y destaca el aumento de las sanciones por exceso de velocidad, es decir, corremos más al volante o estamos más estresados cuando conducimos. Podría ser un dato coyuntural, pero el número de sanciones es inusualmente alto.
En otro orden de cosas, los dentistas comienzan a estar preocupados por el alto número de roturas de muelas con las que se encuentran desde el estallido de la pandemia. Antes había alguna al mes y ahora es rara la semana que no hay una o varias fracturas de piezas dentales, y no por accidentes precisamente. Me comentan estos profesionales que se debe al estrés psíquico que sufren los pacientes a consecuencia de la pandemia.
Muchas personas pensaban que después del Covid-19 todo volvería a ser como antes, pero no es así y debemos acostumbrarnos a vivir con la enfermedad. Pero sobre todo debemos ser cautos, porque todavía la ciencia no consiguió vencer al coronavirus.