Editorial

El turismo rural se afianza en la provincia albacetense

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En pleno mes de julio, mes vacacional por excelencia junto a agosto, las datos que arroja el turismo rural en la provincia albacetense reflejan que esta opción no sólo se afianza, sino que tiene una clara línea ascendente. Esta buena marcha se materializa en que los principales destinos que lideran el turismo de interior en la provincia de Albacete están superando el 80% de las reservas para este verano, tras dos años muy duros con cierres y restricciones por la pandemia del coronavirus. Estas cifras llevan a la patronal del sector a indicar que los niveles de ocupación de las plazas de turismo rural han alcanzado los que se registraban antes del año 2020.

En este sentido, es preciso recordar que los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, que recogen que   en el año 2019 los alojamientos rurales de la provincia de Albacete acumularon casi 77.000 viajeros, que reservaron 184.356 pernoctaciones,  y sólo en verano -julio, agosto y septiembre-, el sector del turismo de interior albacetense registró el 30% del total de veraneantes y el 38% de las pernoctaciones. En el año 2021, con algunas restricciones todavía vigentes por la pandemia del coronavirus, el turismo rural de la provincia se resintió en el número de viajeros y alojamientos, aunque, curiosamente, las limitaciones de movilidad permitieron que anotara uno de sus mejores veranos, incluso superando al de 2019. Este año, con los últimos datos, que llegan hasta el mes de mayo, recogen que las casas rurales de esta provincia han sido reservadas y ocupadas por 26.148 viajeros, que realizaron 60.375 pernoctaciones, unas cifras que son ligeramente superiores al mismo período de 2019, año prepandemia, que registró 25.421 viajeros, un 2,7% menos, mientras que el número de noches reservadas también descendió un 11,5%.

Estos datos evidencian que el turismo rural de la provincia no sólo se afianza durante los meses de verano, pese a la considerable competencia que ofrecen los destinos de playa o exterior, sino también a lo largo de todo el año, porque, como recuerda Begoña Garijo, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Apeht), el turismo de interior tiene su fortaleza en Semana Santa, en otoño y en Navidad, temporadas del año en las que también entran en juego, además de los encantos naturales de los municipios turísticos, sus ofertas culturales, que también crecen en la provincia de Albacete, sirviendo como ejemplo la más reciente, el Museo de Alfombras de Serrín de Elche de la Sierra.

Aunar los atractivos naturales y culturales, sin olvidar los apartados inversores y de promoción, es el camino a seguir para que el turismo rural de la provincia siga su línea ascendente y cada vez sea más atractivo para los visitantes de todos los puntos de la geografía.