«Mientras hacía maquetas olvidaba todo lo demás»

V.M.
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«Estoy muy orgulloso de la del galéon 'Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza', de 1733, que hacía la carrera de Indias

Julián Botella, junto a su maqueta del galeón 'Nuestra Señora del Pilar'. - Foto: José Miguel Esparcia

Después de tres décadas dedicado a una de sus grandes pasiones: el modelismo naval, Julián Botella Verger, que presidió la extinta Asociación de Modelistas Navales de Albacete, ha dejado esta actividad debido a problemas de visión.

¿Cuántas maquetas ha logrado completar en todo este tiempo?

Bien, yo comencé elaborándolas en madera de forma íntegra y últimamente las realizaba en plástico, adquiriendo los kits correspondientes. Actualmente tendré algo más de 50 maquetas en casa, la última fue la de un acorazado italiano hace unos meses.

La afición por el modelismo nunca la perderé, de hecho hace días estuve con un integrante de la antigua Asociación, Antonio Sánchez, que hizo una maqueta navegable del acorazado Bismarck, e hicimos unas pruebas de navegación en Torrevieja.

¿Alguna de la que se sienta especialmente orgulloso?

Pues todas las maquetas que tengo tienen su importancia para mí, pero hay una que es quizás la más relevante, el galeón de 1733 Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, que hacía la denominada carrera de Indias, entre Acapulco y Manila. Logré contactar con el Museo Histórico Naval de Acapulco para recoger más datos del mismo y días después su director me llamó interesándose por el proceso de montaje del mismo y les envíe un vídeo con las fotos del mismo... fue un gran orgullo para mí. También podría citarte otra maqueta grande de un navío español de 75 cañones del año 1750, el San Ildefonso, que monté de manera personalizada.

¿Cómo se inició en la afición por las maquetas?

Empecé en el modelismo porque me detectaron un problema visual, por el cual me jubilaron de forma anticipada en Correos, y durante todo el tiempo que dedicaba a realizar las maquetas me olvidaba por completo de todo lo demás. Además el mar está muy vinculado a mi propia vida, porque yo nací en Mallorca, aunque resido en Albacete desde el año1989. Es una afición que te llena mucho, disfrutas de grandes momentos, aunque hay instante amargos... pero al final le sacas todo el juego a cada maqueta y vas viendo qué pasó con ese barco, de qué época era, etcétera.

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