Martínez: «Se intentó influenciar a la gente en mi contra"

JUAN CARRIZO
-

El que fuera director deportivo del Albacete Balompié recibió la tercera sentencia favorable tras su despido del club manchego en 2013 y desveló el daño que se le hizo «por una estrategia para no pagar»

Matías Martínez - Foto: Rubén Serrallé

Hace unas semanas, el Tribuna Supremo otorgaba, por tercera vez, la razón a Matías Martínez Herráez en el largo proceso que supuso su despido del Albacete Balompié en noviembre de 2013. El que fuera director general  tenía un blindaje en su contrato y le llegaron a acusar de ser falso, lo que no estimo la justicia penal. El caso es que el Juzgado de lo Social primero, el TribunalSuperior de Justicia después y ahora el Tribuna Supremo le han dado la razón y el alto tribunal  declaró la firmeza de la sentencia recurrida y el pago, al que fuera también durante muchos años entrenador del Fundación Albacete, la cantidad de 185.709 euros más el 10% de interés por mora de los salarios adeudados.

Casi 10 años después se cierra este episodio y el protagonista recuerda el daño «personal y profesional» que se le hizo, por lo que considera «una simple estrategia para no pagar», puntualizando que no será el club el que tenga que pagar esta cantidad ya que «saldrá de un dinero consignado en la compraventa que se reservó Skyline para posibles indemnizaciones en los juicios que  el presidente José Miguel Garrido dejó pendientes y se reservó el derecho de seguir actuando en nombre del Albacete a nivel judicial».

Casi 10 años después, el tema de su despido en el Albacete ha quedado cerrado.

Han sido unos años difíciles y complicados. Al final, por tercera vez, se ratifica una sentencia que era lo justo en una situación que podía haberse resuelto de una manera sencilla y amistosa desde el principio.

¿Porqué no se resolvió de forma amistosa?

Yo propuse cobrar las nóminas que me debían y olvidar la indemnización, pero el club, entonces presidido por José Miguel Garrido, dijo que no iba a pagar nada y por ello tuve que denunciar. Como la única manera de paralizar un juicio laboral es introducir un proceso penal, se inventaron una falta acusación. Me despiden en noviembre y se esperan a junio, una semana antes del juicio laboral, para poner en tela de juicio el documento de la indemnización por despido. Esa temporalidad te demuestra que era solo una estrategia para evitar el juicio laboral. Se demostró que no había delito y todo esto se dilató, con el consiguiente daño personal y profesional para una persona que había trabajado durante muchos años en el club y que solo pedía lo que correspondía. 

¿Qué significo en su carrera profesional este proceso?

Fueron años muy duros. Cuando se cerró el caso penal casi no podía ni hablar el día que explicamos públicamente este proceso, porque fueron 966 días de estar acusado de una cosa muy grave que me frenó totalmente a nivel laboral. Hubo entrevistas de trabajo en las que directamente sacaban ese tema para descartarme. Aunque ahora todo haya quedado resuelto y vaya a cobrar una indemnización importante, ni psicológica ni económicamente me merece la pena. Tenía ofertas de un club de Primera para dirigir su Ciudad Deportiva o incluso de organismos internacionales para colaborar en eventos del máximo nivel futbolístico, pero todo eso desapareció con las acusaciones y quizás habría ganado mucho más dinero en esos trabajos a lo largo de los años que lo que ahora voy a recibir. Luego está el daño personal y a mi familia, la vergüenza de salir a la calle y sentirte señalado por una acusación que se demostró que era falsa. Tanto es así que ahora mismo hay una causa abierta contra uno de los que denunciaron, uno de los miembros del Consejo de Administración del Albacete, que está imputado por una posible denuncia falsa en espera de juicio y es importante que la gente lo sepa.

En su momento se dijo que las cantidades eran desorbitadas, pero hablamos de un cargo de alta dirección donde esos blindajes son habituales y que ya se habían dado en el propio Albacete.

Las cantidades en el mundo del fútbol son desorbitadas y esta era pequeña para lo que hemos visto en otras situaciones. Aquí parece que los que somos de Albacete tenemos que renunciar a todo y resulta que las nóminas que se me debían era un dinero que ya había cobrado en un momento en el que se pagaron los salarios atrasados a los trabajadores y yo devolví al club porque no había tesorería para hacer frente a los últimos viajes del primer equipo. Se intentó influenciar a la gente en mi contra, no sé con que interés, bueno sí, que me fuera sin cobrar un euro, pero tres juzgados me han dado la razón. El director general que se fichó después de mi despido cobraba exactamente el triple de lo que yo cobraba. Hablamos de un contrato de alta dirección, que suelen llevar estas cláusulas de blindaje y en el Albacete se han pagado algunas más altas. 

¿Quién debe pagar ahora la indemnización tras la sentencia del Supremo?

Pues aunque parezca que lo tiene que pagar el Albacete Balompié, el dinero saldrá del anterior presidente, José Miguel Garrido. En la compraventa del club la gestión de los juicios pendientes se la quedó Garrido y se consignó un dinero que quedó retenido para hacer frente a posibles indemnizaciones. Eso quiere decir que si el juez no me hubiera dado la razón, el dinero consignado iría a la cuenta corriente de Garrido, pero servirá para pagar mi indemnización.

¿Qué recuerdo le quedará de estos 10 años de lucha?

Ahora estoy contento, porque después de todo lo que he pasado si no se me da la razón me hubiera quedado cara de tonto, pero no compensa. Estoy contento por la familia, por los amigos, gente cercana que sabes que ha sufrido por esta situación. Mi mujer lo ha pasado muy mal viendo lo mucho que he sufrido y siempre fue mi gran apoyo.  Sin ella yo no habría podido aguantar todo lo que he tenido que pasar. 

A nivel laboral sigue ligado al fútbol, como entrenador del CFF Albacete.

Así es, tengo un trabajo que nada tiene que ver con el fútbol y como hobby entreno al CFF Albacete. Estuve muchos años sin ver un partido de fútbol y con el CFF he recuperado la ilusión por este deporte y veremos cómo se nos da el año que viene en esta Segunda Federación en la que vamos a ser el pequeño dentro del grupo.