Cuando el agua suena... Letur lleva

Ana Martínez
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Considerado el pueblo del agua, Letur cuenta con todos los ingredientes para disfrutar de la naturaleza y sacarle partido al turismo activo y de multiaventura

Cuando el agua suena... Letur lleva - Foto: Rubén Serrallé

Sin miedo a equivocarnos, Letur es uno de los pueblos más bellos y encantadores de la provincia de Albacete, y también uno de los más visitados por turistas de todas las procedencias, especialmente del Levante, que se quedan maravillados por la gran cantidad de preciosos rincones que se descubren en el casco urbano y las numerosas posibilidades de senderismo que ofrecen sus incontables sendas y caminos, siempre rodeadas y rociadas por el agua del arroyo Letur, que en un capricho de la naturaleza, forma el charco natural de Los Canales, una especie de piscina natural que se localiza en pleno centro de la localidad y cumple con las expectativas de cualquier visitante dispuesto a darse un baño en su pequeño, pero bello, remanso.

El casco urbano letureño da mucho más de lo que recibe. Su entramado de calles estrechas que cambian de dirección constantemente dejan una imagen fija de antiguas viviendas, algunas restauradas cumpliendo la ordenanza municipal para respetar y conservar el trazado árabe-medieval y la configuración de la parte más antigua de Letur, cuya huella musulmana fue suficiente para declarar la villa como conjunto histórico-artístico en 1983.

Y aunque ha pasado por todo tipo de civilizaciones, la musulmana es la que mayor legado dejó en la fisonomía de Letur, hoy muy bien conservada en los barrios de la Era del Rosal, San Antón y Eras.

Uno de los espacios más maravillosos de Letur es su Plaza Mayor, en la que se encuentra la Casa Consistorial, un edificio del siglo XVI, de doble cuerpo, el superior con balcón corrido y el inferior de piedra, junto al cual se encuentra el Arco del Pósito. Desde la mencionada plaza se puede acceder a la iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico y portada renacentista, en cuyo interior se encuentra una pila bautismal del siglo XVI, así como cuatro tablas pictóricas que proceden de un retablo de Juan de Vitoria que datan del mismo siglo y un arco escarzano muy singular por su abertura.

Elena Navarro Muñoz salió de Letur cuando no tuvo más remedio que estudiar Bachillerato, unos estudios que realizó en Elche de la Sierra y en Albacete. Se formó en Administración de Empresas, como técnica en Jardín de Infancia, ha vivido en Murcia, Mazarrón y Albacete… hasta que logró formarse como informadora turística local y accedió a la Oficina de Turismo de su pueblo natal: «Me encanta vivir aquí». Lo dice una letureña de corazón que está encantada de ver a sus hijos «lo felices que se crían en el pueblo», para Elena Navarro, «el mejor lugar del mundo», donde están sus raíces, su familia y sus amigos. «Soy muy afortunada», admite.

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