Es el hombre del ascenso. Tras una temporada irregular, Jordi Sánchez marcó el gol del ascenso y su nombre quedará grabado en la historia del Alba como los de Zalazar, Simeón, César Díaz o Eloy Gila.

Cuatro días después de marcar el gol del ascenso, ¿ha asimilado todo lo que ha pasado o sigue en la nube?

Sigo en la nube y más después de lo del lunes. En 27 años que tengo es la primera vez que he visto a tanta gente celebrar algo que nos ha costado tanto. Es momento de celebrar y por lo tanto de seguir en esa nube.

¿Esperaba que saliera tanta gente a la calle para celebrar el ascenso?

No, para nada, sabíamos que era un  ascenso muy complicado, pero también que se nos había exigido mucho durante toda la temporada porque teníamos que ascender sí o sí. El último mes había sido bastante malo y la gente se había desilusionado un poco, por eso nuestra cabeza estaba que hubiera tanta alegría entre la gente, pero después, viendo la grandeza de lo que hicimos, con todas las complicaciones que tuvimos, las adversidades que pasamos, creo que la gente lo supo valorar y respondió de manera fenomenal.

El equipo llegaba en un mal momento al playoff y nadie apostaba por ustedes, ¿eso les hizo crecerse?

Sí, por supuesto. Sabíamos que eran las dos últimas cartas que teníamos para ascender y no hay mayor motivación para un futbolista que poder jugar en el fútbol profesional  y devolver a esa categoría a un club con tanta historia como el Albacete, una ciudad volcada con el equipo, que cada fin de semana se han juntado una media de 6.000 personas y eso en Primera RFEF es una barbaridad. El equipo hizo un cambio de chip que por suerte llegó a tiempo.

Para usted fue una temporada irregular, alterando titularidad con suplencia, regresa en el playoff y marca los dos goles más importantes de la temporada.

Muchas veces me piden estabilidad, pero las situaciones no se han dado de manera normal. Fui titular los nueve primeros partidos fui titular, incluso en algunos jugué los 90 minutos, pero son decisiones del míster, yo trabajaba cada día para ver si me daba la oportunidad, que me la dio en los playoffs, poder responder y como ha visto todo el mundo lo he podido hacer.

Tenían todo en contra para ascender enRiazor, ¿ha sido el ascenso soñado?

Soñado hubiera sido ganar la liga y estar más tranquilos, pero ya puestos, no pudo ser más épico. Cuando lo pienso es de locos, por cómo ha sido todo, por los altibajos, por las ganas de demostrar en el césped y no podías muchas veces que eres un jugador que no se ha rendido y has seguido luchando. Ha llegado así, en un escenario mágico por todo lo que representa el Dépor en el fútbol español y lo que pasó el año del Covid. Todo el mundo nos daba por muertos, todo el mundo pensaba que no íbamos a ser capaces y en el minuto 113 parecía que el destino le tenía preparada una sorpresa a todo el albacetismo.

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