Siniestro total

C. Guzmán
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La provincia de Albacete solo contará con el Villarrobledo en Tercera División para la campaña 22-23, la peor cifra en los 35 años de adscripción a la FFCM

Imagen del último Atlético Albacete-Almansa, dos históricos de Tercera División que descendieron a categoría regional. - Foto: José Miguel Esparcia

El fútbol provincial atraviesa por un mal momento, de pésimo incluso podría clasificarse, en relación con su presencia en las competiciones de Castilla-La Mancha, especialmente en lo referido a la Tercera División, cuya última campaña resultó catastrófica para la mayor parte de ellos. 

Con el Albacete Balompié de vuelta a la Segunda División, al fin y al cabo la misma categoría en la que jugaba hace un año, el fútbol provincial experimenta un notable retroceso que se materializa en solo dos equipos en categoría nacional, un hecho sin precedentes desde que se constituyó la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha y su primera liga en 1987.

Para la próxima temporada tan solo el CP Villarrobledo competirá en Tercera División (Tercera RFEF en el nuevo argot federativo y quinta categoría en lo efectivo). El cuadro troyano fue el único que completó una temporada más que aceptable, disputando incluso las eliminatorias de ascenso a Segunda RFEF en su primera fase, si bien le no le resultó posible recuperar la categoría perdida unos meses atrás.

Por lo que respecta al restoi de competidores de la provincia, los tres cayeron fulminados camino de la Primera Preferente. El Atlético Albacete puso el colofón a su  mal planificar y su peor hacer, inexplicables e inexplicados, cayendo a categoría regional después de 25 años ininterrumpidos en Tercera División. La nueva política de arrastres de la Segunda RFEF se puso como excusa improvisada para el despropósito, quizá síntoma y consecuencia a la vez de la política de cantera que se sigue en la entidad. Ni el cambio de entrenador ni los movimientos en la plantilla mediada la temporada sirvieron para salvar los muebles.

El Huracán de Balazote y la UD Almansa también acabaron en Preferente. El primero fue de más a menos, también con cambio de técnico, y regresó a categoría regional después de dos campañas históricas en Tercera. En cuanto al Almansa, que registró la dimisión de su técnico y su inmediata sustitución, peleó en el último tramo por conseguir una salvación milagrosa que no llegó.

Mención aparte merece La Roda CF, que se fue apagando durante un lustro después de su descenso de Segunda B y ni siquiera pudo competir por no hacer efectivos los pagos exigidos a sus jugadores. Pareciera que, también en este caso, los inversores de nuevo cuño en el sector le jugaron una mala pasada que todavía colea en los tribunales. Como suele suceder en estos casos, un paso adelante de voluntarios de la casa serán los que intenten reflotar una entidad histórica en el fútbol albacetense.

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