El Albacete Balompié realizó ayer su Junta General de Accionistas con el objetivo, principalmente, de aprobar las cuentas de la temporada 2021-22.
El descenso a Primera RFEF supuso un buen varapalo económico para el club, solventado gracias a la aportación de 1,5 millones de euros por parte de la propiedad, lo que evitó el riesgo financiero ya que la entidad tuvo pérdidas por valor de 1,9 millones de euros.
La apuesta de la familia Kabchi por el club manchego quedó patente a la hora de apostar por recuperar la categoría cuanto antes y realizar una nueva aportación económica que se unió a las ya realizadas anteriormente. De esta forma, el préstamo participativo queda en 2,9 millones y el ordinario en 4,1 millones, es decir, un montante de siete millones de euros, que se engloba dentro de los 8,3 millones de euros que a 30 de junio de 2022 presentaba el club como deuda a largo plazo en su balance de situación.
El gasto en plantilla pasó de los 6,3 millones de la temporada 2020-21 a solo 3,3 millones, cantidad importante para la Primera RFEF y que muestra la clara apuesta por el ascenso.
Hay que comentar que a nivel de ingresos, el club pasó de tener más de seis millones de euros solo de televisión a ingresar apenas 265.000 euros. Lo mismo ocurrió a nivel publicitario, pasando de casi tres millones de ingresos a solo 423.000. Por contra, a nivel de abonados, de tener números negativos, por la devolución de los abonos debido a la pandemia, se tuvo unos ingresos de más de 800.000 euros, lo que también refuerza el apoyo de los aficionados al club.
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