La hepatitis C es una de las enfermedades bajo mayor control en las cárcel es españoles, y además una enfermedad con un alto porcentaje de curación en presos. La supervisión de cada caso hace que sea posible cuantificar el número de reclusos enfermos por centro. En el caso de la cárcel de La Torrecica en Albacete, se contabilizaron 18 reclusos en tratamiento frente a la hepatitis C, también llamada VHC. Es un dato que Instituciones Penitenciarias dio a través del Gobierno en respuesta a una pregunta en el Congreso de los Diputados. Los 18  enfermos de 2019 en la prisión albacetense contrastan con un año anterior, 2018, sin casos, aunque no es lo habitual; en los últimos cinco años la prisión contabilizó  62 reclusos con este tratamiento, aunque cabe que un mismo preso estuviera en tratamiento más de un período de tiempo en años distintos. Instituciones Penitenciarias apunta que en el último lustro 20 presos fallecieron «por patologías directamente relacionadas con la infección por VHC en los centros penitenciarios», pero ninguna en Albacete. También explican que el uso de drogas inyectadas es «el principal factor de riesgo» entre la población reclusa para la infección por el virus de la hepatitis C.
NO MÁS DE CUATRO DÍAS. La información que aportaba Instituciones Penitenciarias dice a su vez que «no existe lista de espera» de personas para ser tratadas con el medicamento para la hepatitis C. Según el Protocolo de hepatitis C elaborado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, «una vez recibida la solicitud se pide la medicación prescrita directamente al laboratorio proveedor, quien la envía al centro penitenciario». El centro penitenciario puede disponer de la medicación «en un plazo no superior a cuatro días, desde el momento en que ha enviado la solicitud», aseguran.

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