Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


Murcia

01/02/2022

La pasada semana regresé Murcia. La cooperativa farmacéutica Hefame, uno de los grandes grupos de la región murciana, me invitó junto al Instituto de Empresa y Paco Sardina, para hablarles de buen gobierno empresarial al consejo rector de este enorme grupo.
Hoy no toca hablares del No voy a contar aquí las peripecias para llegar en tren hasta Murcia. Solamente quiero decirles que la línea Albacete a Murcia está abandonada dando un pésimo servicio de tren y asistencia. Al pasar por la estación de Hellín y comprobar su abandono ferroviario, uno recordó aquel esplendor perdido de la ciudad hellinera. Volver a Murcia siempre me produce en el ánimo un algo especial. Es un sentimiento cálido, de vuelta a casa. Al pasar por sus pueblos se me agolpan recuerdos de aquellos domingos de mi infancia siguiendo al Albacete Balompié (Cieza, Santomera, Yecla, Totana, Alcantarilla, etc.). Qué decir de tantos familiares que estudiaron en su prestigiosa Universidad o se alojaron en colegios mayores como el Belluga. Yo mismo tuve que ir hasta Murcia para pedir el traslado académico a Madrid. Durante décadas Albacete vivió frente al Levante, hacia el Sureste, con salida natural hacia ese corredor natural del Mediterráneo que conforman Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Especialmente con esa región de Murcia con la que hemos vivido unidos durante muchos años. Cuando paseaba la pasada noche del martes por su centro histórico con mis amigos del San Pablo de Madrid (Curro Ruano y José Vidal), me sentí como en casa.  Admiré el señorial Casino, su imponente Catedral en la que trabajó Jerónimo Quijano, como en Chinchilla, el majestuoso Teatro Romea de nuestro paisano hellinero Justo Millán, autor también del coso de La Condomina y de la Diputación de Albacete. Desde mi hotel, el Rincón de Pepe, me acerqué al viejo estadio de La Condomina y me acordé de aquellos partidos del Albacete contra el Imperial o el Murcia, evocando a leyendas granas como Canito, José Víctor, Casco y Cristo, Murciano, Pazos, Ojeda, Campillo, García Soriano, Abellán, Vera Palmes o nuestros bravos paisanos como Naharro y Picazo. Algo tiene Murcia que nos atrae. Tengo la certeza que también a muchos albacetenses.