El Teatro Circo acoge hoy, a las 20 horas la representación de una de las obras más singulares de la temporada, La piel en llamas, de Guillem Clua, premio Jóvenes Creadores 2020, con dirección de Juanma Cifuentes, escenografía de Josemi Alarcón y en escena, Ginebra Aroca, Clara Serrano, Luis Huete y Javier de la Rosa.
Luis Huete confirmó a La Tribuna de Albacete que es una obra que ha traído al elenco muchas satisfacciones, «fue con la que empezamos, nos dio un premio de Artes Escénicas de la ciudad y nos ha servido también como aprendizaje y formación como actores, introduciéndonos profesionalmente en este mundo, dirigidos por Juanma Cifuentes, un regalo muy grande poder trabajar con él, una personalidad con tanto bagaje y experiencia, ha sido una suerte. Como es tan buen director, ha enriquecido mucho el trabajo final».
Valoró el actor la gran suerte de «poder recibir el apoyo de Cultural Albacete y Ricardo Beléndez y que no quedase solo en un pase que hicimos en el Auditorio, que estuvo muy bien, aunque quedó mucha gente fuera sin poder verla y traerla a un teatro tan emblemático, es una suerte para nosotros y estamos encantadísimos por volver a nuestra ciudad y representar en su gran teatro. Es una suerte esta actuación y es una pena que Guillem Clua no pueda venir, porque ha tenido que marcharse a París».
Resaltó Luis Huete «la gran alegría que tuvimos al poder llevar esta obra a escena, porque tuvimos mucha suerte y Guillem Clua nos permitió representarla sin pedirnos nada a cambio, fue muy generoso por su parte confiar en nosotros, estamos muy contentos y agradecidos a su generosidad»,
La piel en llamas, de Guillem Clua, indicó, «es la obra de uno de los autores teatrales más relevantes del país en los últimos años, premio Nacional de Literatura Dramática en 2020, y es una pieza crítica, es teatro crítico, que hace reflexionar al público, no es solo que vayas a ver una obra y que te guste o no, porque hay mucho de reflexión sobre la sociedad».
Luis Huete valoró que el autor «presenta unos personajes que vienen de un lugar muy desarrollado, aunque no se sitúa la acción en ningún sitio en concreto, que buscan el aprovechamiento y la fama. Es una obra, como ha dicho Guillem Clua, en la que se presentan tanto víctimas como verdugos, tenemos personajes que buscan el poder, la codicia y, sobre todo el dinero». Es una obra, decía, en «la que se tratan de ocultar los deseos y no sabes quién es bueno o malo y qué es lo que quiere».
En cuanto a su personaje, el actor explicó que «trabajo para Naciones Unidas, pero se aprovecha de las personas que lo rodean. Tiene de todo, se aleja bastante de mí y ha llevado mucho trabajo construirlo, con un punto también de investigación para hacerlo creíble».
Además de la presencia de La piel en llamas en la Red de Teatros, el actor tiene numerosas propuestas, ya que está finalizando sus estudios en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y «poco a poco, desarrollando otros proyectos, desde pequeños trabajos en cine a otros en teatro, montando estos días un monólogo».