Los tendidos de la plaza de toros casi llenos y el ruedo igual es la imagen que durante la Feria de Albacete se repitió todos los días a las 10 horas, salvo el martes, que el espectáculo se suspendió por la lluvia.

Seguidores de todas las edades se dan cita en la plaza, en una mezcolanza de atrevidos trasnochadores que acuden a rematar la jornada de fiesta y madrugadores, sobre todo adultos con sus hijos o nietos. Hoy, como el resto de días, fueron dos las vaquillas que saltaron al ruedo, de la ganadería de Daniel Ramos, y durante la media hora que duró el espectáculo la diversión estuvo garantiza, con los habituales revolcones que sufren los atrevidos jóvenes -y algunos no tanto- que pisan el albero del coso de la capital. La mayoría de veces queda en un susto, pero en ocasiones también es precisa la atención del equipo médico de la plaza, que ayer atendió una fractura de clavícula y un traumatismo torácico de un joven que tuvo que ser trasladado al Complejo Hospitalario Universitario.

Este año, además, el espectáculo taurino estuvo amenizado por el Grupo Musical Parque Sur, con animadas piezas entre las que no faltó, como en toda celebración popular que se precie, Paquito el chocolatero. 

Tras las vaquillas llega el momento para los comentarios de lo visto sobre el ruedo y, como es tradicional, los asistentes a la plaza lo hacen al calor de un chocolate y unos buenos churros. ¡Qué aproveche!