La pérdida de población en la provincia es una constante, y también lo es el progresivo éxodo de vecinos que pasan de residir en los municipios a hacerlo en la capital. Las tendencias se confirman con los primeros datos, aún provisionales, del padrón de 2019, unos indicadores que esta semana publicaba el Instituto Nacional de Estadística, y que a falta de ser definitivos cifran en 388.046 los habitantes de Albacete, las personas empadronadas y por tanto con residencia oficial en la provincia. En comparación con el dato definitivo del padrón de 2018, en un año Albacete perdió 740 vecinos. Es la diferencia que resulta al relacionar nacidos y fallecidos, emigrados e inmigrantes. Con este dato, Albacete es la decimosexta provincia con menos población de España, el mismo lugar que ocupaba el año anterior (en Castilla-La Mancha no hay cambios, Toledo y Ciudad Real son todavía las más pobladas).
Con los datos actuales de 2019 del padrón se ve que en la provincia no había un número menor de población desde el año 2006. A la vez, Albacete está lejos de la cifra récord de empadronados que se marcó en enero de 2012, con 402.837 vecinos. Desde entonces, en siete años, Albacete perdió cerca de 15.000 habitantes, una cantidad similar a la cifra de vecinos de un municipio como La Roda. La provincia suma siete años consecutivos de pérdida de habitantes, después de más de una década en que cada año que pasaba significaba ganar vecinos.
MUDARSE A LA CAPITAL. Con menos habitantes, la otra tendencia es que la despoblación del medio rural continúa y cada vez más albacetenses viven en la capital. Los datos provisionales dicen que el 44,66% de los que residen en la provincia lo hacen en Albacete ciudad, lo que se traduciría en 173.301 habitantes. En el año anterior el porcentaje era una décima inferior, con 173.050 vecinos en la ciudad. Se acerca así el momento en el que la mitad de los ciudadanos de la provincia residan en su capital, frente a la otra mitad que se reparta en los 86 municipios restantes.
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