«La poesía mística se expresa dialogando con un tú superior»

Antonio Díaz
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El escritor albacetense Francisco Jiménez Carretero es el flamante ganador del cuadragésimo segundo Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo, galardón que recogió en la Universidad Pontificia de Salamanca

Francisco Jiménez Carretero. - Foto: Arturo Pérez

El escritor albacetense Francisco Jiménez Carretero es el flamante ganador del cuadragésimo segundo  Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo, galardón que recogió en  la Universidad Pontificia de Salamanca. El autor de Barrax comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante este premio. 

El cuadragésimo segundo  premio mundial de Poesía Mística Fernando Rielo que acaba de conseguir es un galardón que no es ajeno en su trayectoria literaria, ¿verdad?

Dices bien que este premio no me es ajeno, ya que había sido finalista en dos ocasiones anteriores y por fin a la tercera he conseguido alzarme con este preciado galardón. Añadir que con mi poemario Y no te vi, Señor, y estabas, fui finalista en 2016 y posteriormente fue editado por Vitrubio.

¿Qué significa en su trayectoria literaria este premio? ¿Es uno de los más importantes?

Para la trayectoria literaria de un poeta, la consecución de un premio supone un reconocimiento a su obra, pero en este caso todavía más dada la importancia que tiene literariamente el premio Fernando Rielo. Un premio muy relevante, tanto por su dotación económica como por su relevancia nacional e internacional, han sido 232 poemarios procedentes de 27 países los presentados en esta edición. Muchos nombres importantes del panorama poético lo consiguieron anteriormente, Blanca Andreu, López Anglada, García Nieto, Francisco Mena, Valentín Arteaga, Rafael Alfaro, Izara Batres entre otros. Puedo decir que el Fernando Rielo es el premio más importante de los que hasta ahora he conseguido, no en vano es uno de los premios más destacados del panorama literario. 

¿Lo más relevante es la edición de la obra, en este caso su difusión de  carácter internacional?

Las dos cosas son importantes pero puestos a elegir, me quedo con la edición del libro que ya se está preparando y por la gran difusión, también internacional, que pueda tener desde la Fundación Fernando Rielo. Así que muy probablemente para la primavera de 2023 pueda ver la luz en la colección de la propia Fundación. Y será presentado, además de Madrid y Albacete, en distintas ciudades. 

¿Cuándo fraguó Para que todo sea?, ¿pensó en este certamen?

Este libro viene gestándose desde hace más de dos años. Cuando publiqué mi primer libro de mística pensé que nunca más sería capaz de volver a insistir en el tema místico, sobre todo porque temía repetirme. Y pasados unos años surge de nuevo la posibilidad de intentar ganar el Rielo, así que podría decirse  que cuando empecé a escribirlo lo hice con la intención de volver a participar en el certamen. Luego, la suerte, la inspiración y no sé qué halo me empujó a escribir mística de nuevo y he aquí el resultado y del que realmente estoy muy satisfecho. 

¿Cómo es estilísticamente?

El poemario está dividido en cuatro partes. En la primera he intentado glosar motivos de la poesía mística clásica (de las fuentes de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús), procurándoles un nuevo fulgor desde mi vida íntima. En la segunda parte, toda ella escrita en sonetos, pretendo transmitir, desde el trasfondo del tiempo esa misma experiencia hecha encarnación y lucidez consciente. En su parte tercera y cuarta, mi poesía se torna más melancólica y crepuscular (con la luz siempre de por medio en todo el libro) e intentando no caer en el derrotismo sino en la cercanía de un cielo que tenemos al alcance de la mano. En definitiva, Para que todo sea se mueve entre las formas clásicas, sonetos y alguna lira y poemas de verso libre pero en todo momento he tratado mantener una línea de sencillez profunda que intenta conectar lo vivido con lo sentido a través de un discurso que interioriza aconteceres y emociones y los someto a reflexión. 

¿Qué temas aborda en el mismo?

En general, la vida y la luz, la luz de la vida, aunque bien es cierto la claridad no está solo en la luz, también en la mirada del que mira más allá de las sombras. Espero que mis versos no sean un ejercicio de consolación del poeta, pretendo que mis versos lleguen no solo a los que aspiran y esperan algo más, también al común de los prójimos. Yo concibo, desde la humildad y sencillez de mis poemas, que la poesía mística es ese tipo de expresión literaria que pretende expresar la unión espiritual entre el conjunto de la humanidad y ese ser superior que los cristianos llamamos Dios. La poesía mística va implícita al oficio de poeta y tiene la característica de no estar sumida en la soledad  del vivir, sino que se expresa dialogando con un tú superior para que acoja nuestras incertidumbres y certezas.

Quiero añadir que el título del libro Para que todo sea lo he tomado prestado de unos versos de la gran poeta albaceteña poeta Dionisia García y que aparecen en una cita al comienzo del libro. 

¿Es importante en su producción  esta obra, digamos, trascendente?

Qué duda cabe, tras este libro, para mi hay un antes y un después. La trascendencia, ya se verá, lo que si creo  y espero es que mi nombre comenzará a sonar más en el plano poético nacional. 

Tiene una presentación en Librería Popular, ¿de qué obra se trata?

Pues sí, habrá una presentación de mi poemario Los pasos del silencio con el que obtuve el premio Marcelino Quintana en Las Palmas de Gran Canaria y en la que me acompañará el buen poeta y amigo Valentín Carcelén y está previsto el  25 de enero. 

¿En qué trabaja ahora?

La verdad es que en nada concreto. Van surgiendo algunos poemas sueltos que voy guardando por si en algún momento determinado pudieran configurar un nuevo libro.

¿Hay alguna obra otro concurso?

Pues sí, tengo inédito un libro Pequeñas Cosas que anda por ahí a la espera de poder ser publicado.  Deseo aprovechar las páginas de La Tribuna de Albacete para agradecer a la gran cantidad de personas, a los amigos y a los albaceteños en general, las muestras de cariño y las felicitaciones que me han llegado.