'Gigantes' en plena llanura

Ana Pobes
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Trece artistas internacionales, comisariados por Okuda San Miguel, y 450 personas con discapacidad se manchan las manos de pintura para dar vida a varios silos, gracias a una iniciativa de la Diputación de Ciudad Real y Laborvalía.

‘Gigantes’ en plena llanura - Foto: Pablo Lorente

Su intenso colorido se divisa ya desde la carretera. Una imagen bien distinta a hace  tan solo unas semanas, cuando su  estructura de hormigón dejaba al descubierto la añoranza de su diseño para almacenar grano. Hoy son museos al arte libre, lienzos titánicos que llevan a que Majorie Estefania y Victoria no dejen de mirar hacia arriba. Conocen cada línea, cada color y cada dibujo de este arte inclusivo en el que ellas mismas, junto a otras 450 personas con discapacidad, han sido capaces de elaborar. Todos ellos han dado una vida a los silos de cinco localidades de Ciudad Real: Calzada de Calatrava, Malagón, La Solana, Manzanares y Corral de Calatrava. En total seis silos que han transformado hacia el color y el arte gracias al proyecto Titanes, respaldado por la Asociación Laborvalía y financiado e impulsado por la Diputación con 450.000 euros. El objetivo, visibilizar el talento y la inclusión social.

Pero en esta aventura no han estado solos. Catorce de los artistas urbanos más relevantes del mundo han sido en estas dos últimas semanas sus compañeros de trabajo pero también sus amigos. Nychos, Hell’O, Fintan Magee, Okuda San Miguel, Ricardo Cavolo, Nuria Mora, Eltono son solo algunos de los 14 nombres. El artista Okuda San Miguel y su equipo Ink and Movement vuelven a colaborar con la Asociación Laborvalía para apoyar la integración social y laboral de personas con discapacidad que desde abril hasta octubre hará que Ciudad Real viva una transformación cultural que pasará a la historia. Las grúas poco a poco  dejan entrever un paisaje único que gracias a las horas de trabajo y a los más de 4.000 kilos de pintura plástica y 20.000 sprays ha traspasado fronteras convirtiéndose en un referente internacional. La llanura manchega renueva su imagen para convertirse en uno de los mayores eventos artísticos para la inclusión social del mundo.

 Óscar San Miguel Erice es el encargado del comisariado del proyecto. Conocido artísticamente por el nombre de Okuda, este santanderino es el gran embajador nacional del nuevo muralismo con sus criaturas de anatomía geométrica y sus piezas colosales. Ya el año pasado pintó un muro en Puertollano y el «impacto fue brutal», comenta Alfonso Gutiérrez, gerente de Laborvalía. En esta ocasión, su sello de identidad lo ha dejado plasmado en el silo de Calzada de Calatrava, donde con su original arte ha hecho un guiño al cineasta Pedro Almódovar con dibujos referentes a sus películas, sin olvidar tampoco al Quijote y a los Templarios.

No es la primera vez que Okuda  se atreve con estos edificios. Ya lo  hizo hace tiempo en Sicilia, en Italia, y en Sacramento (California).    Tan solo dos de los muchos países que han confiado en su arte y que en los próximos días se sumarán otros muchos más como Las Vegas, La Habana, New York, México, Lima, Perú, y un largo etcétera. Normalmente, comenta, en declaraciones a La Tribuna, no está más de cinco o seis días en un mismo lugar pero el fuerte viento y las lluvias de días atrás le obligaron a permanecer casi dos semanas en la provincia hasta poder finalizar su obra, hoy ya terminada junto al resto de silos. Los próximos en pasar por el ‘taller de chapa y pintura’ serán el de Herencia, en mayo, y Ciudad Real, Porzuna y Villanueva de los Infantes en octubre. En un principio serán diez silos, pero la intención es llegar a la veintena.

«La magia de trabajar en la calle»  ha llevado a Okuda a experimentar sensaciones únicas, pero de su estancia en Ciudad Real se lleva el momento vivido con Rubén. Un joven con autismo que conoció la obra de Okuda en Puertollano y que le ayudó a empezar a relacionarse con los demás, a hablar e incluso a hacerse fotografías. Algo «impensable» hasta que no vio a Okuda. Por ello, no es de extrañar que Titanes sea, hasta el momento, el proyecto social más grande del mundo y  con una importante  repercusión mediática en las redes sociales. Solo en un día se repiten 100.000 veces las palabras Laborvalía y Diputación de Ciudad Real. «En una semana, nos hemos convertido en referencia mundial en arte urbano», comenta con satisfacción Gutiérrez. Sin duda, una iniciativa que no solo ha dado una nueva vida a los antiguos silos.