Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


¡Son las elecciones, estúpido!

30/01/2023

Claro que ya huele a elecciones en el ambiente, como una primavera anticipada. Y naturalmente que la cada vez mayor proximidad de la carrera en mayo a las urnas en municipios y autonomías, se quiera o no una especie de primarias hacia los comicios legislativos de diciembre, va a provocar, está provocando, auténticos terremotos políticos de derecha a izquierda. Pasando, desde luego, por el tsunami del centro. Prepárese para muchas sorpresas; por ejemplo...

Bueno, en realidad, y empezando por el centro, ahí ya no hay sorpresas porque todo está siendo desagradablemente sorprendente. Carreras hacia el PP como la de Begoña Villacís, la precursora de la marcha, van a proliferar en busca de un lugar al sol, por mínimo que sea, en las listas electorales. Más vale una concejalía que el frío del páramo externo.

Y de esa movida depende en buena parte el devenir de la derecha de Núñez Feijóo, empeñado en un viaje a la moderación 'centrada' que separe al PP de Vox, o al menos lo distancie. La realidad de pactos puntuales en los municipios acabará, no obstante, imponiéndose. Y sí, habrá pactos PP-Vox a escala municipal, precursores del que todos creen inevitable pacto nacional para tratar de lograr una mayoría para investir a Feijóo como presidente, números de la votación mediante. De momento, consta que Feijóo anda buscando figuras notables, independientes, moderadas, para unirlos a sus listas. Puede que consiga alguno de los grandes nombres que se rumorean.

Pero es acaso en el lado gubernamental socialista donde, por pura lógica, más movimientos debe haber. La inevitable remodelación de Gobierno para sustituir a las dos ministras candidatas (Maroto y Darias) tiene que llegar más pronto que tarde, y lo lógico sería ampliar el número de sustituidos o sustituidas: el daño que la titular de Igualdad, Irene Montero, está haciendo a la coherencia del Ejecutivo no se limita solo a la ley del 'sí es sí', que esta misma semana inicia el camino de su urgente reforma. Y, si por fin Sánchez se decidiese a arrostrar las iras del 'outsider' Pablo Iglesias prescindiendo de esta ministra, el devenir de las cosas forzaría también la salida de Ione Belarra, cuya actuación en el Consejo de Ministros sería nula si no fuese ocasionalmente perjudicial para el conjunto, según reconocen algunos colegas gubernamentales.

Y ello nos conduce directamente a la principal incógnita de este primer semestre de 2023, de la que más consecuencias pueden depender: qué será de Yolanda Díaz y su movimiento Sumar. La vicepresidenta y ministra de Trabajo cada vez está más alejada de las dirigentes de Podemos y, me parece, más cerca de Pedro Sánchez. Pero va imperceptiblemente retrasando su lanzamiento a la piscina electoral, lo que ocurrirá cuando anuncie que concurrirá como candidata a las elecciones generales (no a las municipales y autonómicas, aunque anunciará sus simpatías hacia el partido de Errejón y otros periféricos, comenzando por los 'comunes' de Ada Colau). Pero no puede prolongar mucho más la indefinición ni su carácter de 'oyente': de que acierte en el 'timing' depende su supervivencia y su carrera política, que puede ser inusitadamente brillante o un fiasco.

Todo, todo, se está acelerando porque, como diseñó el propio Pedro Sánchez completando sus reformas mirando a Cataluña en tiempo precipitadamente récord, ahora, parafraseando la famosa frase del asesor de Bill Clinton James Carville, '¡son las elecciones, estúpido!' y todos los territorios, de Madrid a Cataluña, pasando por Galicia, Andalucía, Valencia, Aragón (y Castilla-La Mancha, naturalmente), pueden ver alterados sus actuales esquemas políticos. Esperemos los movimientos no tan orquestados en la oscuridad: un ejército de asesores, estrategas, sedicentes politólogos, encuestadores y gurús se ha puesto ya en marcha para, sin poner ni quitar rey, ayudar a sus señores. Son las elecciones que se nos echan encima.