El concejal de Medio Ambiente, Julián Martínez, acompañado por responsables y técnicos del Consorcio de Medio Ambiente de la Diputación provincial de Albacete, presentaron en la mañana de ayer una campaña encaminada a dar a conocer la próxima instalación de los contenedores marrones en los que se depositará, tras la correspondiente formación ciudadana, materia orgánica con la que se hará compost para cumplir con los retos de la economía circular. El concejal recordó que el 41% de las bolsas de basura que se echan en los actuales contenedores, son de materia orgánica, que deberá depositarse a partir del mes de octubre, en los alrededor de 200 contenedores marrones con los que ya cuenta el consistorio local.

Tratamiento especial. Julián Martínez explicó que «estos biorresiduos suponen casi  la mitad de la basura doméstica y tendrán un tratamiento especial al de resto, ya que una vez se haga la recogida selectiva se podrá dar una nueva vida a los mismos, compostándolos para obtener fertilizantes naturales para la agricultura y la jardinería». De hecho, desde hace varios meses se está llevando a cabo un proyecto piloto en la pedanía de Nava de Campaña y se harán campañas específicas «destinadas a comercios y particulares, antes de instalar los nuevos contenedores en las calles de Hellín». Hay que recordar que, antes del inicio de la campaña realizada en Nava de Campaña, el concejal explicó que «mediante el compostaje se tiene la opción  de gestionar de manera diferente los residuos orgánicos de la basura que se deposita en los actuales contenedores de residuos de Hellín, una manera más autónoma y sin emisiones de gases de efecto invernadero». Los hellineros que en la mañana de ayer pasaron por los soportales de la feria, junto a la noria, fueron informados de la campaña que con el nombre de Los restos de comida al Marrón, pretende dar a conocer qué productos deberán depositarse en dichos contenedores, entre otros, «cascaras de huevo y de frutos secos; huesos y restos de carne; pieles y restos de fruta y verdura; restos de poda y jardinería domiciliaria; espinas y restos de pescado y marisco; tapones de corcho y serrín; o restos de café y de infusiones».