No pudo ser con motivo de la celebración del cincuentenario del mítico grupo musical Nuevo Mester de Juglaría, que a lo largo de 2019 recorrió toda España con multitud de conciertos. Y ahora, tanto su cantante, la albaceteña Llanos Monreal, como el resto de los componentes de esta formación fundamental en la música folk y de raíz de nuestro país, viven con la idea de que, actualmente con motivo de otra efeméride, esta histórica, el Quinto Centenario de la Rebelión Comunera, que dio origen a la publicación de su legendario álbum Los Comuneros, por fin puedan hacer el paseíllo ante los paisanos de ella, como lo harán en distintos sitios, incluyendo como siempre el colofón de Madrid. Aunque, claro, no depende sólo de ellos, sino de que les reclamen desde la tierra. Tanto Llanos como su marido Fernando Ortiz, igualmente fundador del grupo en 1969, tienen pensado pasar unos días próximamente en Albacete con motivo de la Feria, aunque esta edición sea más bien una no Feria muy especial por la pandemia.

Una pandemia que a pesar de los altibajos va declinando poco a poco y permitiendo conciertos, por supuesto siempre con las medidas de seguridad obligatorias, y que ya les ha llevado a recitales, con la música de Los Comuneros como base. Como parece obligado por la efeméride histórica, la gira comenzó en Villalar (Valladolid), donde el 23 de abril de 1521 los soldados del rey de España –cuya capital era Toledo, que también se vio muy involucrada- Carlos I derrotaron a los de las Comuneras de la Santa Junta de Cortes y General del Reino –como era su denominación exacta-, y donde al día siguiente fueron ajusticiados los tres líderes comuneros: Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado.

 Llanos guarda un excelente recuerdo de este primer concierto, así como de los de Burgos y Medina del Campo, ciudad que tanta importancia tuvo también en el desarrollo de la guerra.  Pero sobre todo del de Segovia, donde como apunta, «se estrenó una versión con orquesta sinfónica, que también resultó un gran éxito». Y es seguro que en Madrid estarán para cerrar el serial de sus conciertos en noviembre de este mismo año en el Alcalá Palace. Esta conmemoración histórica ha contado con muchas manifestaciones culturales, como así ha sido a pesar de la pandemia.  Y en su aspecto musical era obligado recordar el maravilloso disco y que Nuevo Mester de Juglaría lo interpretara de nuevo en directo. Así lo expone su cantante y casi siempre portavoz: «A nosotros ya nos han contactado y contratado para participar en algunos de estos actos. Y también para las habituales fiestas populares». 

Fechas y sitios a los que se están uniendo  muchos otros repartidos por la geografía española, «con la esperanza de que, de una vez por todas, sea posible cumplir este sueño, mío y de todos los componentes del grupo, de volver a Albacete, donde nuestra última presencia, de la que como de todas las anteriores, guardamos un excelente recuerdo, fue en 2003»,  confía la paisana.

La cantante admite que cuando grabaron por primera vez este legendario disco, tras la lectura de esa especie de cantar de gesta que es Los Comuneros, del escritor Luis López Álvarez, naturalmente en vinilo y editado por Philips en 1977,  jamás pensaron la repercusión que iba a tener a lo largo de las décadas siguientes y que continúa ahora. El álbum, además, se ha vendido muy bien y lo sigue haciendo. Un disco cuya adaptación musical está basada en su mayor parte en motivos tradicionales. Y como dato anecdótico, Llanos recuerda que el formato del vinilo tenía una limitación entonces de unos veinte minutos por cara: «Lo que nos obligó a llevar a cabo una reducción que no le hiciera perder sentido a la narración».

Posteriormente, para celebrar con ligero retraso el vigesimoquinto aniversario de su salida al mercado, en 2004, publicaron una nueva versión, como recuerda: «Fue más larga, grabada en directo en varios teatros  -entre ellos el Teatro Circo de Albacete-, que salió en CD y añadía nuevos episodios de la gesta. En ella se introdujeron nuevos arreglos y algunos fragmentos del texto primitivo que por cuestiones técnicas no tuvieron cabida en aquella grabación de 1977, así como un refuerzo instrumental de cámara que es como lo presentamos ahora».

Evidentemente, como es justo y necesario, la mayor parte de las canciones que interpretan en directo pertenecen al disco Los Comuneros, pero siempre hay sitio para que interpreten, como han hecho en sus cerca de dos mil conciertos, algunas otras de las centenares que han grabado en sus 23 álbumes desde que el grupo se formó a finales de 1969. Y ahí no podía faltar las conocidísimas El Pernales y Que arriba que abajo, tan representativas de la música de raíz albaceteña. 

El trato institucional. «Por supuesto que ambas siguen en nuestro repertorio y, además, nos las piden muchas veces. En 2019 cerramos nuestra gira del 50 aniversario desde que empezamos también en el teatro Alcalá Palace de Madrid, y a la gente le encantó volver a escucharlo. Igual que la  jota del Que si que –es su nombre real-, con  cuyo estribillo nos suele acompañar el público en nuestros conciertos, en los que no puede faltar. La recogimos en Barrax, en la aldea Casa de Caballo,  acompañados por Manolo Luna allá por 1974».

Ese primer medio siglo de existencia de Nuevo Mester también sirvió a este grupo imprescindible en la música folk española para recorrer escenarios tan variados como teatros grandes y pequeños, cines, salas culturales, plazas mayores, plazas de toros, todo ello a lo largo de 2019. Lo que no quita para que Llanos, en nombre de todos los juglares, se queje de otro perjuicio, el oficial e institucional que sufre la música de raíz, «sin apoyo, salvo excepciones muy honrosas», como denuncia.

Una de ellas es el Ayuntamiento y la Diputación de Segovia, que les ha apoyado y premiado con la Medalla de Oro –a Llanos la han nombrado hija adoptiva- que es el máximo reconocimiento. «Otra cuestión es la de la Junta de Castilla y León, que no ha contado con nosotros para nada en este  500 aniversario de la Guerra de las Comunidades, lo que no ha dejado de sorprendernos. Y tampoco hemos tenido noticias de la de Castilla La Mancha, por cierto…»

Ahora esta albacetense que ejerce de tal, aunque no se considera embajadora –«hay otros paisanos que lo merecen más», dice- va a pasar como todos los años con su marido Fernando, que es muy taurino y no suele faltar a alguno de los festejos del abono, unos días en la Feria. «Eso sí, a la gente que no la conocían y he traído le sorprendió para bien, lo que tanto a Fernando como a mí nos pone muy orgullosos. A ver si ya en 2022 puede ser una Feria normal y recuperar su maravilloso esplendor».