Los hosteleros y los comerciantes albacetenses ven «complicado» aplicar las medidas contempladas en el decreto de ahorro energético aprobado por el Gobierno central, en una ciudad y una provincia como la de Albacete, donde desde el mes de mayo se vienen registrando altas temperaturas que hacen complicado subir los termostatos del aire acondicionado de sus establecimientos al tiempo que atienden con calidad a sus clientes.
Además de calificar de «absurdo» e «improvisadas» estas medidas cuyo fin no es otro que reducir el consumo energético, ambos sectores económicos representados por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Apeht) y por la Federación de Comercio (integrada en FEDA), consideran que existen otros mecanismos de ahorro energético más eficaces que los que propone el Ejecutivo nacional en la normativa que ya tiene luz verde y que en menos de una semana será de obligado cumplimiento.
Para la gerente de la Apeht, Begoña Garijo, «la normativa de ahorro energético aprobada por el Gobierno no está nada clara, tiene muchas lagunas, que no vienen aclaradas en el Real Decreto-Ley».
Garijo señaló que cumplir con lo que se establece en esta norma es «muy complejo» para un sector como el de la hostelería «porque nosotros necesitamos lo que quieren nuestros clientes, que no es otra cosa, que ir a un bar, un restaurante, una cafetería o un local de copas, donde van a estar a gusto mientras consumen, no pasando ni calor ni frío como se plantea en esta normativa».
Inviable por tanto -insisten- se hace poder subir la temperatura del aire acondicionado en establecimientos de hostelería «donde hay cámaras frigoríficas, y otros muchos aparatos, que desprenden mucho calor», agregó la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, que no obstante, dejó claro que «nosotros no queremos gastar por gastar, nosotros somos los primeros que intentamos ahorrar en el consumo de luz y más teniendo en cuenta el elevado coste de la misma en los últimos meses, pero nuestra prioridad son los ciudadanos, los clientes y que éstos estén bien y a gusto en nuestros locales».
En este sentido, Begoña Garijo fue contundente afirmando que «a 27 grados el aire acondicionado en un bar los consumidores pasan calor y con 19 grados en invierno se pasa frío, con lo que vemos que va a ser muy complicado cumplir con esa norma».
En la misma línea se mostró el presidente de la Federación de Comercio, que aglutina a un gran número de comercios de proximidad de la ciudad y la provincia, entre ellos su ferretería, José Lozano, que calificó de «improvisadas» estas medidas, en concreto, las que hacen referencia al apagado del alumbrado de los escaparates, ya que a su juicio, dejarán con poca iluminación y seguridad las calles de la ciudad, en especial en los días de invierno, y además no suponen un gran ahorro energético «teniendo en cuenta que en los últimos años los establecimientos comerciales mayoritariamente ya han llevado a cabo una fuerte inversión para cambiar a tecnología led la iluminación de sus negocios».
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