En una mañana soleada que invitaba a la participación, los chinchillanos vivieron con intensidad el Encuentro Doloroso del Viernes Santo por la mañana. Mucha alegría y júbilo en la calle, para revivir esos momentos tan dolorosos de la vida de Jesús.

Los más madrugadores que se dieron cita en la plaza, presenciaron la lectura de la sentencia a muerte de Jesús de Nazaret en la Puerta del Sol, escenificada por el grupo de los Romanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, Santo Entierro y Romanos y el grupo de La Pasión Cantada de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Las Cruces y Santísima Virgen del Rosario.

Seguidamente comenzó la procesión por la parte baja alrededor de las murallas. Este año como novedad, la incorporación del nuevo paso del Cristo de la Caída de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que hizo preciso reorganizar el orden de la procesión.

A continuación, una vez en la plaza de La Mancha y colocadas las imágenes, se escenificó el Encuentro Doloroso. Momentos emotivos y sobrecogedores los que se vivieron: el encuentro de la Verónica con Jesús, enjugándole el rostro con un paño en que se puede ver impresa la cara de Jesús, y la angustia de una Madre que va al encuentro de su Hijo condenado a muerte por crucifixión, representada por Nuestra Señora de los Dolores, acompañada de San Juan Evangelista y María Magdalena. El canto desgarrador de la Pasión, nos recuerdan esos momentos de dolor de esa Madre al ver a su Hijo camino del Calvario.

Concluido el Encuentro, la procesión continuó su recorrido por el entramado de calles y plazas dentro de las murallas de la ciudad, hasta la Iglesia de Santa María del Salvador. Un entorno de extraordinaria belleza y riqueza patrimonial, que muestra la grandeza de esta antigua ciudad.

La devoción volvió a llenar calles y plazas en Chinchilla, para presenciar la procesión del Santo Entierro. Es la procesión más importante de cuantas se celebran en Semana Santa y la que más participación registra.

A las 21,00 horas salía la Procesión del Santo Entierro desde la Iglesia de Santa María del Salvador. Los pasos del Cristo de la Misericordia, la Cruz de la Toalla, San Juan Evangelista, Nuestra Señora de las Angustias, María Magdalena, Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad desfilaron llevados a hombros por portadores y acompañados por sus respectivas bandas de cornetas y tambores. También se sumaron a ella: Las Bozainas, Hermandad de los Apóstoles, la Banda de Música Virgen de las Nieves, mujeres ataviadas con mantilla, autoridades y penitentes. A su término, se realizó el acto de Sepultura al Señor en la Cripta del Templo.