La compraventa de viviendas cogió impulso en 2021

Ana Martínez
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La Asociación Provincial de Constructores y Promotores lamenta la falta de suelo para estimular la construcción e intentar reducir la competencia con los pisos de segunda mano

Construcción de un nuevo edificio en la capital albacetense. - Foto: Rubén Serrallé

La compraventa de vivienda cogió bastante oxígeno en 2021 en la provincia de Albacete, de tal modo que cerró el año con cifras superiores a la prepandemia y no vistas desde el año 2010. Según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), dentro del capítulo de transmisiones de derechos de la propiedad durante todo el ejercicio pasado, la provincia albacetense registró 3.514 operaciones de compraventa de viviendas, un 24% de incremento respecto al 2020, un año atípico que dejó muchos números en rojo como consecuencia de la paralización del consumo interior.

Sin embargo, esta contención en el consumo y en la compraventa de vivienda tuvo una repercusión positiva a lo largo de 2021, año en el que se recuperó la confianza en el sector inmobiliario como valor refugio. No en vano, el pasado año superó también en un 10% las transmisiones de viviendas por compraventa. En realidad, el acumulado del pasado año supera con creces el balance de años anteriores y no se ven tan buenos resultados hasta 2010, en los que se realizaron 4.076 operaciones vinculadas a la compraventa de vivienda.

 No obstante, lo que se detecta desde la crisis financiera de 2008 es la consolidación de la abismal diferencia que se anota entre la compraventa de vivienda nueva y la usada, de manera que en 2021, ocho de cada 10 casas vendidas fueron de segunda mano, un porcentaje que empezó a estabilizarse a partir del año 2016. «No es extraño, la vivienda nueva se vende, el problema es que no se libera suelo y el tan anunciado desarrollo de nuevos sectores nunca llega».

Es el razonamiento de Miguel Ángel Ródenas, vicepresidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Albacete (Apeca), entidad integrada en FEDA, quien insiste, una y otra vez, que «por mucho que presuman los políticos», la apertura de nuevos sectores urbanos «sigue paralizada», lo que impide la disponibilidad de nuevos solares para la construcción de vivienda nueva.

Una situación que en el medio rural «ni tan siquiera es esperada», ya que «en los pueblos, la construcción de nueva vivienda está muerta».

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