Albacete registra un atropello a un peatón cada tres días

Ana Martínez
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La Policía Local no considera como punto negro los 750 metros urbanos de la carretera de Jaén, a pesar de que durante este año se han registrado ocho percances, casi el doble que el ejercicio anterior

El Ayuntamiento ya ha eliminado la vegetación de la mediana de la carretera de Jaén, cuyas intersecciones sirven, en muchas ocasiones, para estacionar - Foto: Víctor Fernández

No lo considera como punto negro porque los atropellos no se han producido en el mismo paso de peatones, aunque en sus 750 metros lineales se hayan registrado ocho percances en lo que va de año y una persona fallecida. Se trata de la carretera de Jaén en su parte más urbana, una calle que cuenta con nueve pasos para peatones entre el Paseo de la Circunvalación y el final de las viviendas, junto a la calle Linares, para una población estimada en 17.000 vecinos -según el padrón municipal de 2012-, repartidos entre los barrios San Pablo y La Vereda. Este tramo de la carretera de Jaén que no llega a un kilómetro de longitud está considerado «peculiar» por la Policía Local de Albacete, pues se traba de «la vía de salida de la ciudad hacia Andalucía y las urbanizaciones», lo que la convierte en una arteria con una de las densidades de tráfico más altas del término municipal que, además, es utilizada como vía de distribución de vehículos hacia los barrios de San Pablo, La Vereda, Cañicas y Santa Teresa. 

En 2017, la carretera de Jaén registró cuatro atropellos de peatones, cinco en 2018 y ocho en lo que llevamos de año. Un aumento «puntual» para el inspector de la Policía Local, Ramón López, que no lo achaca al exceso de velocidad ni al despiste de los conductores, sino al intenso tráfico y a la cantidad de población que utiliza diariamente esta vía: «A más tráfico y más peatones, las posibilidades de percances aumentan», significa.

Sin embargo, la lesividad vial acumulada en los últimos años en este acceso a la ciudad, que cuenta con mediana para obligar a los peatones a cruzar por pasos regulados, ha despertado la preocupación no solo de los vecinos que la transitan con asiduidad, sino también del Ayuntamiento de Albacete.

Tal y como recuerda el inspector López, en los próximos meses se van a implementar medidas dirigidas a reducir la velocidad a 30 kilómetros hora y a mejorar la visibilidad eliminando plazas de aparcamiento junto a las esquinas y desplazando contenedores. Asimismo, la Policía Local ha recibido el encargo de aumentar los controles de vigilancia en la zona y de instalar un radar informando de la velocidad permitida. De momento y por lo comprobado, tan solo se ha eliminado la vegetación que decoraba la citada mediana que separa las direcciones de entrada y salida que tiene la vía.

La ciudad de Albacete se encuentra en la ratio «normal» de atropellos de peatones si se calcula en función de su padrón, de su parque móvil y su extensión. Si algo destaca de este municipio es su baja tasa de mortalidad peatonal, apenas registra fallecidos gracias a su estructura urbana carente de grandes avenidas y a las políticas de movilidad urbana que han apostado por el modelo de Ciudad 30 y por rutas ciclistas.

 

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