La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) tiene la intención de hacer un censo de todos los regadíos ilegales existentes dentro del ámbito de su Demarcación, para lo que acaba de sacar a licitación el contrato de los trabajos técnicos previos de tipo topográfico, cartográfico y de delineación que sean precisos para localizarlos.

De acuerdo a las bases de este contrato, valorado en más de un millón de euros, el contrato se refiere a la realización de todas la tareas «de tipo práctico y material» necesarias para la elaboración de este censo, como la topografía, los reconocimientos sobre el terreno, la toma de medidas y datos en campo, la elaboración de planos o el uso y consultas de Sistemas de Información Geográfica (SIG).

El motivo de la elaboración de este censo es que «la Comisaría de Aguas ha detectado, a lo largo de su labor ordinaria, la existencia de cierto número de aprovechamientos que pese a estar en plena explotación y ser de considerable importancia, carecen cualquier tipo de inscripción en el Registro de Aguas o anotados en el Catálogo de Aguas Privadas, por lo que en esa superficie se está llevando a cabo un uso privativo de agua sin autorización».

El origen de los recursos que se usan sin permiso es muy variado,  pues serían tanto aguas subterráneas, fluviales, desaladas o reutilizadas. Pero en el pliego de condiciones técnicas la CHS hace un especial hincapié en el caso concreto de las aguas subterráneas.

En este último caso, «se da además la circunstancia de que los aprovechamientos con recursos procedentes de agua subterránea, al no tener característica alguna definida ni incluso contadores volumétricos están extrayendo libremente toda el agua que desean».

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