"El premio María Moliner da ilusión y fuerzas para seguir"

A.G.
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María Moreno, bibliotecaria de El Ballestero, destaca que el centro, premiado en la convocatoria estatal, es "un punto de encuentro y de ocio, un centro social y cultural"

María Moreno, en la Biblioteca de El Ballestero. - Foto: B.E.B.

La Biblioteca Municipal de El Ballestero, que lleva el nombre de La lengua de las mariposas (que se decidió poner tras la visita de su autor, Manuel Rivas), recibió uno de los 10 galardones especiales en la convocatoria de los premios María Moliner, iniciativa estatal de apoyo a los programas de animación a la lectura. En su categoría ordinaria, también resultaron reconocidas otras nueve albacetenses (Pozohondo, Hellín, Cenizate, Villamalea, Chinchilla, Caudete, Munera, Tarazona de la Mancha e Higueruela).

María Moreno Sánchez, responsable de la biblioteca ballestereña, detalla el proyecto de actividades que llevó a obtener el premio, bajo el título El Ballestero: 30 años de lectura y cultura en la biblioteca.

¿Qué supone este reconocimiento para la biblioteca y su responsable?

Es una gran alegría, porque es un reconocimiento en todos los sentidos. Además de la satisfacción personal, está la aportación económica de 10.000 euros, de los que el 40% como mínimo tiene que a dedicarse a libros. Aparte de renovar la biblioteca, nos va a venir bien para cambiar mobiliario y equipamiento, lo que nos va a permitir hacerla más cómoda y repercutir así en el disfrute de los usuarios.

Llevábamos cuatro años consecutivos ganando premios María Moliner y conseguir ahora uno especial da mucha ilusión y fuerza para seguir trabajando en la misma línea. Casi no me lo creía cuando nos lo notificaron.

¿En qué consistía el proyecto que recibió el premio?

Fue un programa desarrollado desde julio de 2021 a marzo de 2022, coincidiendo con el 30 aniversario de la Biblioteca y que constó de muchas actividades, siempre con el objetivo final de animar a la lectura.

Lo comenzamos con talleres veraniegos, cuando siempre hay mucha gente en el pueblo, que tienen un carácter más lúdico. Entre ellos, convocamos de escritura, ilustración, marcapáginas, manualidades o máscaras.

Después, todos los meses hay un programa extraordinario en el que se trabajan distintos temas, siempre utilizando como soporte los libros, con motivo de celebraciones como el Otoño de Lectura, que coincide con el Día de la Biblioteca, organizamos  una exposición fotográfica sobre la historia del centro, con imágenes de actividades y de muchos lectores y usuarios que han pasado por aquí.

Otros programas temáticos fueron, por ejemplo, los del Día contra la Violencia de Género, de la Constitución o el de la Mujer y la Niña en la ciencia y también trabajamos sobre la solidaridad en Navidad  o la paz en enero.

¿Cómo se consigue tener siempre participación en tantas actividades en un municipio pequeño?

Intentamos llegar a todos los colectivos y siempre hemos tenido una buena acogida.

Además de ese programa, también se mantienen dos clubes de lectura, tanto infantil como de adultos, y organizamos otras actividades, como encuentros con autores de las obras que trabajamos.

Durante el curso  escolar todas las propuestas de animación a la lectura son en colaboración con el colegio. Los niños vienen acompañados de sus maestros y compañeros, participan mucho y funcionan muy bien. 

En la animación a la lectura es muy importante la continuidad, que no sea a través de acciones esporádicas, sino todo el año.

Por tanto, ¿el papel de las bibliotecas en el medio rural va más allá de ser un lugar de préstamo?

Claro, en un pueblo tan pequeño como el nuestro la biblioteca no es solo un punto de lectura, sino también de encuentro y de ocio, un centro social y cultural.

Así es como debe ser y estos premios sirven para valorar ese papel importante en la vida del pueblo y también el de la lectura. Con o sin ellos, seguiremos trabajando con el objetivo de que la gente lea más y mejor.

La lectura es muy importante, te permite viajar sin moverte del sillón. Hay que dar a los libros el valor y el espacio que merecen, porque ayudan mucho a tener una sociedad más formada y más tolerante.