Durante el 2022, la convocatoria de ayudas de emergencia social que ofrece el Gobierno de Castilla-La Mancha para las familias sin recursos y más desfavorecidas ha sufrido mejoras significativas, gracias a un mayor presupuesto, que ha permitido una mejor ejecución de estas subvenciones, reduciendo de forma considerable los tiempos de resolución, y permitiendo que de esta forma los fondos lleguen antes a las familias.
Así lo indicó la viceconsejera de Prestaciones Económicas de la Consejería de Bienestar Social, que recordó que son los trabajadores sociales de Atención Primaria dependientes de los distintos ayuntamientos los que determinan si una persona o familia tiene derecho a recibir este tipo de prestación que otorga el Gobierno de Castilla-La Mancha, y que para muchas familias se convierte en una pequeña tabla de salvación a la situación económica precaria que atraviesan que requiere de estos apoyos.
En el 2022 la Junta de Comunidades ha concedido 2.008 ayudas de emergencia social, una cifra inferior en un 14,6% a las otorgadas en 2021 en el ámbito provincial, cuya cifra se elevó a 2.351, pero similar o incluso superior si tenemos en cuenta que están pendientes de tramitar unas 500 peticiones máss, que seguramente serán favorables, de las solicitudes presentadas en los meses de noviembre y diciembre pasados, que todavía no se han aprobado ni repartido a las familias beneficiarias. El cómputo total de solicitudes presentadas desde Albacete para esta prestación llegó en 2022 a las 3.000.
La intervención de los trabajadores sociales valorando la situación particular de cada caso que analiza la necesidad concreta que hay que cubrir es lo que determina el informe necesario para recibir esta prestación, «como mecanismo de respuesta ante una situación de precariedad económica, donde se evalúa el conjunto de la situación de las familias, para ver qué modalidad de las ayudas se adecua a cada caso y necesidad», agregó Martín, que no obstante precisó que esta línea de subvenciones contempla dos modalidades: la emergencia social, en la que caben muchos conceptos desde alimentación, ropa, medicamentos, etc.; así como ayudas para adecuación de la vivienda «ante situaciones que no han sido previsibles y han producido un deterioro grave, con el fin de que puedan vivir en la vivienda habitual». De esta últimas se concedieron 11.
Guadalupe Martín recordó que Albacete es la provincia del conjunto de la comunidad autónoma que más solicitudes de este tipo de prestaciones registra y por tanto es la que acumula más beneficiarios de las mismas. Tanto que cuenta con el 35% de los perceptores de la región, donde en 2022 la Junta concedió 5.864 de estas ayudas.
Además, las personas más vulnerables y sin recursos económicos pueden acceder a otra ayuda que es complementaria a las de emergencia social, que son las de pobreza energética, que ya se han resuelto y que en la provincia de Albacete han beneficiado a 876 familias durante 2022.
También la emergencia social de la crisis humanitaria de la guerra de Ucrania y los refugiados acogidos en la provincia de Albacete y en toda la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha ha sido atendida por el Ejecutivo castellano-manchego a través de esta misma convocatoria de subvenciones, otorgando el pasado año 178 en el ámbito regional, y de ellas 65 en la provincia de Albacete. Dado que la emergencia de esas familias ucranianas que han huido del horror del conflicto bélico se mantiene y muchos siguen viviendo en la provincia de Albacete este año también podrán optar a esta línea de ayudas, para la cobertura de las necesidades más básicas.
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