Tres mujeres, tres misiones

María Traspaderne (EFE)
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Las militares españolas recorren el mundo en las operaciones de las Fuerzas Armadas y totalmente integradas en los destacamentos

Tres mujeres, tres misiones - Foto: M.Defensa

Marta, Elena y Belén son tres de las 284 mujeres desplegadas por las Fuerzas Armadas españolas en el exterior. Una está en África (Mali), otra en Asia (Irak) y la tercera surcando el mar Mediterráneo. Las tres se han estrenado este año en una misión, su sueño como militares, y esperan que estas operaciones tengan cada vez más presencia femenina.

La sargento Marta García Cacabelos espera sonriente junto al cine de la base maliense de Koulikoro, una especie de cabaña redonda donde los militares españoles y de la veintena más de países que forman parte de la misión de la UE se reúnen para olvidarse de los problemas del día. Esta pontevedresa de 36 años destinada en Las Palmas lleva ya seis meses en Koulikoro, donde tiene a su cargo un pelotón de siete soldados. Son parte de la llamada Fuerza de Protección, es decir, los que se encargan de la seguridad de la base y a los instructores que salen para adiestrar al Ejército de Mali. Su función es la más peligrosa, puesto que son los soldados que responden primero ante cualquier ataque. 

«Siempre que hablamos de Infantería es más duro que otras áreas y las mujeres escasean más, pero yo estudié para ello y no dudé en ningún momento en plantearme este trabajo. Me gusta», explica. Marta lleva 11 años en el Ejército y estar rodeada de hombres es algo que da por descontado. 

Tres mujeres, tres misionesTres mujeres, tres misiones - Foto: M.DefensaNo se lo pensó cuando le propusieron irse a Mali, una experiencia «inolvidable» que recomienda porque, entre otras cosas, te transforma: « Terminas valorando muchas cosas a las que antes no les dabas importancia. Un simple café, cualquier detalle», apunta, intentando transmitir lo que ha ido aprendiendo en un país con una esperanza de vida de 58 años y casi la mitad de la población bajo el ratio de pobreza. Por ello, de su experiencia, se queda con los momentos junto a los nativos, cuando los militares se acercan a darles ropa, comida o material escolar

UNA MÉDICO EN IRAk. La base Gran Capitán está en uno de los países más inestables del mundo: Irak. Allí trabaja de médico la teniente Elena Alfaro García, una alicantina de Elche de 26 años que también se estrena en las misiones. Apenas lleva unas semanas en esta operación internacional que busca, al igual que la de Mali, adiestrar al Ejército local, en este caso para luchar contra el Estado Islámico. 

Para ella, ser hombre o mujer no supone ninguna diferencia en las Fuerzas Armadas: «No considero que haya una forma distinta de realizar las cosas. Somos todos profesionales». Elena no ha tenido aún contacto con la población civil, pero sí con los militares iraquíes que instruye  y que están acostumbrados a la presencia femenina en un país con muchas misiones internacionales a sus espaldas: «A nosotras al final nos respetan como militares que somos».

Tres mujeres, tres misionesTres mujeres, tres misiones - Foto: M.DefensaLa teniente Belén Ortiz pertenece a la Marina. A sus 33 años, esta sevillana lleva cinco en la Fuerzas Armadas y ahora está destinada en el buque Patiño, integrado en la OTAN dentro de su fuerza de control del Mediterráneo. Su misión dentro del barco es controlar la intendencia y también llevar a cabo abores de comunicación.

Desde la isla griega de Creta, reconoce que el mes que lleva embarcada de los dos y medio que dura su despliegue ya le ha merecido la pena. «El aprendizaje es continuo: salir, conocer nuevos lugares y ofrecer apoyo y ayuda... Te hace crecer como persona, además de la convivencia con los compañeros».

Como Elena, Belén no ve diferencias entre lo que puede aportar un hombre o una mujer y de lo que se trata, precisamente, es de dar esa «visión de igualdad y capacidad».