José María Cámara Salmerón, graduado en Educación Primaria con Mención en Pedagogía Terapéutica por la UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia), visitó Albacete para intervenir en el cuarto ciclo de conferencias organizado por la Junta de Cofradías en el salón de actos de la capital, con la charla Fotografía cofrade. 

¿Tiene algo diferente la fotografía de Semana Santa?

Es un género que te pide mucho, porque cuando sales a fotografiar la naturaleza o a una persona, siempre son las mismas pero, sin embargo la fotografía de Semana Santa tiene que transmitir emoción. Las imágenes transmiten y eso tienes que captarlo con la cámara. Una Dolorosa, como la vuestra, es distinta a una Resurrección o una Coronación de Espinas. Hay una serie de factores que provocan que tú, a través de la cámara, puedas transmitir lo que tiene esa imagen o que no lo consigas.

¿Qué factores?

Por ejemplo, la iluminación, porque no es lo mismo que tú hagas una fotografía con o sin  flash, porque cuando tú disparas directamente el flash a la imagen, cambias la expresión y la tonalidad de la  policromía de esta, por lo tanto, no estás transmitiendo la realidad. Sin embargo, a una modelo le disparas con flash y es la misma, más brillante sí, pero una imagen cambia mucho cuando la iluminación es correcta.  

¿Prefiere las imágenes o los momentos?

Tengo dos tipos de fotografía cofrade. Está la típica foto de estudio, para las que tengo modelos del barroco, Caravaggio, Rembrandt, pero sí que es verdad que me gusta la fotografía de calle, pero no la típica del trono procesional. Vemos muchas fotos de imágenes que procesionan y punto, pero yo intento que la gente vea la Semana Santa desde otra perspectiva. Por ejemplo, un nazareno que ofrece un caramelo, eso es Semana Santa, o una persona que reza cuando pasa una imagen, también es Semana Santa. Se puede hacer fotografía de Semana Santa sin sacar directamente la imagen.  Hay un ambiente, un entorno, que te permite hacer muchas cosas. 

¿Cuál es su fotografía de Semana Santa preferida?

En Cieza, el  Ecce Homo, porque soy también cofrade y hay sentimiento. Cuando eres cofrade tienes también una sensibilidad diferente. Siempre he intentado anunciar la Semana Santa de Cieza y en 2020 conseguí el primer premio, con una fotografía del Ecce Homo, que tiene un significado especial para mí.  

¿Participa en muchos certámenes fotográficos?

Algunos, porque en Cieza, por ejemplo, la elección del cartel es por concurso y no hay nada mejor para mí que una de mis fotografías anuncie la Semana Santa de mi corazón, que es la de Cieza. En 2021 volví a repetir y gané de nuevo el primer premio. Luego, también la última me presenté en Hellín, porque es otra Semana Santa que conozco, y me llevé el primer premio. Me presento a concursos si hay una vinculación emocional. 

En Albacete, cuando conozca bien la Semana Santa veremos porque, como decía tiene que haber un vínculo emocional, para intentar resumir esa Semana Santa de Albacete en una instantánea. 

¿No la conoce?

La conoceré mejor, ya he hablado con Antonio Martín sobre una visita con más tranquilidad que esta de la charla. Me coge cerca, todo tiene su momento en la vida y después de esta conferencia me acercaré para conocer la imaginería y la Semana Santa.  

¿Un fotógrafo está atento a las diferencias?

Por supuesto, tienes que saber cómo funciona una Semana Santa para llegar a la emoción, al fondo y antes de fotografiar debes empaparte para saber cómo funciona, cuáles son los recorridos, las imágenes más representativas. Si no hay un trabajo previo, puedes hacer una foto como si fuese una montaña y con la Semana Santa eso no puede ser. Tienes que saber qué se mueve en una ciudad cuando sale una imagen y transmitir con la cámara lo que siente un pueblo y su gente con una imagen, porque si no es así, la fotografía está vacía.