La Unidad de Ictus del Hospital General Universitario cumple estos días 10 años de andadura y de éxitos en el tratamiento de los pacientes con un accidente cerebrovascular. Balance positivo que se traduce en la notable evolución que ha experimentado esta Unidad en esta década, en la introducción de tratamientos que han mejorado el pronóstico del paciente, con la dotación de más recursos en un servicio que progresivamente se ha ido ampliando y unos profesionales cada vez más cualificados. Todo ello ha repercutido en un mejor abordaje de esta patología y en que la de Albacete sea una de las Unidades de Ictus del país con más reconocimiento y prestigio por los estándares de calidad alcanzados estos años.
Gracias a este espectacular desarrollo en la atención de la patología que en la provincia de Albacete constituye la primera causa de fallecimiento, la Unidad de Ictus ha tratado en estos 10 años a una media de 500 pacientes al año, lo que eleva la cifra a 5.000;ha realizado unas 70 trombólisis intravenosas anuales, con un número creciente de pacientes tratados mediante trombectomía, que en 2019 alcanzó el número de 102; asimismo, el porcentaje de pacientes que alcanzan una situación de independencia funcional a los tres meses de haber sufrido el ictus se acerca al 70%, mientras que la mortalidad por esta causa está muy por debajo al 10%.
orígenes. Según informó el doctor Óscar Ayo-Martín, especialista en Neurología del Área Integrada de Albacete y coordinador de la Unidad de Ictus, los orígenes de la apertura de este servicio se remontan al año 2003, fecha en la que comenzó el tratamiento del ictus en fase aguda mediante trombólisis; un año después, en 2004, se iniciaron las guardias presenciales de Neurología. Ya en julio de 2009 se crea como tal la Unidad de Ictus del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), con la apertura de cuatro camas en las habitaciones 517 y 518 de la quinta planta de hospitalización, que fueron dotadas de monitorización continua mediante ECG y otros parámetros vitales. así como requirieron de la especialización del personal médico y sobre todo de Enfermería, «lo que se tradujo en la puesta en marcha de protocolos de actuación, que permitían una vigilancia más estrecha y la administración de tratamiento de forma precoz», indicó el doctor Ayo-Martín, que recordó que en esa época se atendían en este dispositivo 350 pacientes al año.
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