Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Cosas que pasan

27/01/2022

Hay expresiones que no reflejarán un pensamiento importante y profundo para quedar en la posteridad pero que sí quedan impresas en la actualidad. Frases que no serán importantes en el tiempo, pero que son impactantes en el momento. Así ocurre con el «son cosas que pasan» pronunciado por Iñaki Urdangarin en estos días de gresca en torno a su persona y a su matrimonio, ahora interrumpido, según nota oficial de los propios actores, que son familia del Rey que no Familia Real, como se nos explica machaconamente a los españolitos en estos momentos en los que tanto fervor hay por diversos cauces para no dañar, más, cabría decir, a la institución monárquica española, salpicada ya en tan diversos como abundantes charcos.
Y es cierto, son cosas que pasan, pero lo trascendente no son esas cosas sino a quien le pasan, quienes son sus protagonistas, como es el caso. La historia de los amores y desamores de la realeza, tanto española como de otros países donde se mantienen sus monarquías, es tan antigua como la propia institución y en tiempos globales más fácil todavía hablar de hechos que de leyendas. Otra cuestión es como se trata el tema desde la comunidad mediática. Puede hacerse con papel couché y pulcritud de contenidos, tipo Hola, o montar uno de esos habituales circos televisivos, estilo Tele 5. En cualquier caso la jauría ya está montada y no soltará su presa ante la efervescente audiencia que garantiza el tema durante el ciclo de vida natural que supone la noticia. Cada paso que den sus protagonistas será escudriñado a todas horas y cuando no, se divagará al estilo de si le parecerá mal al Emérito que su yerno también tenga amigas entrañables.