Las tablas de Borgoña volverán antes del fin del Año Jubilar

A.G.
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El párroco de Alcaraz, Ramón Sánchez, indicó que el traslado se realizará en agosto, tras su exposición en Toledo, y destacó «la generosidad» de las entidades y particulares implicados en la restauración

Iglesia de la Santísima Trinidad de Alcaraz. - Foto: José Miguel Esparcia

Las tablas pintadas por Juan de Borgoña, halladas durante la restauración del retablo de la Iglesia de la Santísima Trinidad, regresarán a Alcaraz antes de que concluyan las celebraciones del Año Jubilar por el octavo centenario de la aparición de la imagen de la Virgen de Cortes.

Así lo detalló el párroco de la localidad, Ramón Sánchez Calero, quien explicaba que el retorno será probablemente en agosto, antes de las romerías, «que la gente está deseando celebrar después de dos años sin poder hacerlas, por lo que imagino que la de traída este año va a ser apoteósica, coincidiendo además con el Año Jubilar».

Sánchez indicó a La Tribuna que la vuelta de las pinturas del maestro renacentista a su ubicación original está recogida «en el protocolo firmado con la Viceconsejería de Cultura, que entendió que esa era la ilusión de un pueblo». Con ella, destacó, «veremos culminado ese proyecto que iniciamos antes de la pandemia y con el que llegamos a pasarlo mal, al no poder reunirnos ni convocar a la gente para explicarles los avances, pero que tenía que continuar para poder estar concluido en 2022».

«Las tablas van a ser un elemento revulsivo y un motivo para esforzarnos en cuidar más y presentar mejor el patrimonio de Alcaraz», aseguró Sánchez, quien recordaba que el proceso de restauración en el que aparecieron, encargado al especialista Pablo Nieto, surgió «porque pensamos que tenía que quedar algún hito del centenario».

Sobre ese proyecto, el párroco detalló que «la muestra más significativa que teníamos era el retablo gótico, que se convirtió en barroco con las transformaciones realizadas a través de los siglos». Para restaurarlo, «empecé a mover hilos y encontré sensibilidad tanto en la Junta, en la figura de su delegado provincial, Pedro Antonio Ruiz Santos, como en el Obispado y el apoyo del Ayuntamiento, que siempre mostró voluntad de colaborar y realizó iniciativas para recaudar fondos».

Con todas esas partes, «se alcanzó el acuerdo de que el Obispado aportase un tercio del coste, la Junta otro tercio y el restante lo costease la parroquia con las aportaciones de los fieles, que colaboraron de forma generosa y con mucha ilusión, aportando cerca de 30.000 euros, una cantidad muy importante para un municipio que no especialmente grande». Tras confirmarse el hallazgo de las pinturas, «la Junta aumentó su colaboración dada su importancia y apostó por financiar la restauración, con la contraprestación de una exposición en Toledo, que nos parece muy bien porque es una forma también de promocionar Alcaraz», destacaba Sánchez.