La sequía ha llevado a una preocupante tendencia a la baja del agua almacenada en los embalses españoles, que comienza a generar problemas de abastecimiento en algunas zonas del país.

Dentro de ese alarmante contexto, la reserva de la cuenca del Júcar es una de las que mejor resiste e incluso se sitúa, en términos porcentuales, mejor que en anteriores. de acuerdo a los datos de reserva hidráulica publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Según esta estadística, los embalses del Júcar están a un 58% de su capacidad, con 1.662 hectómetros cúbicos sobre un total embalsable de 2.846. Esa cifra se sitúa por encima de la misma semana de 2021, cuando eran 1.555 los hectómetros cúbicos almacenados, y de la media para las mismas fechas de los últimos 10 años, de 1.321.

Mientras, en el global nacional, las reservas se encuentran al 38%, con 21.730 hectómetros cúbicos embalsados de una capacidad de 56.136. El descenso es significativo con respecto al año pasado, de más de un 8%; y más que preocupante con respecto a la media del último decenio en esta semana de agosto, pues la reducción es del 20%.

Sobre los embalses principales del Júcar, cabe reseñar que el de Alarcón perdió cinco hectómetros cúbicos en la última semana, pero se mantiene por encima de la mitad de su capacidad (un 51%, con 577 sobre una capacidad de 1.118). Mientras, el de Contreras registró un muy ligero descenso y permanece con 307 embalsados sobre un total de 361 (85%).

Peores son las cifras de la cuenca del Segura, aunque su descenso es menos acusado demarcaciones de muchas mayor superficie, como las del Guadiana, Guadalquivir o el Duero.

Los pantanos del Segura están casi al 40% de su capacidad, con una reserva de 450 hectómetros cúbicos, cuando su capacidad total es de 1.140. En la provincia de Albacete, tanto el de Fuensanta como el del Cenajo perdieron dos hectómetros en la semana anterior, quedando el primero al 39% (82 de 210) y el segundo al 43% (188 de 437).

En esa cuenca, la situación actual es ligeramente peor que el año anterior, cuando la reserva era del 45%, y prácticamente igual a la media de los últimos 10 años.