El servicio de estudios 'BBVA Research' prevé que la economía regional crezca en valores muy positivos en los próximos trimestres, aunque con cierta «desaceleración». Si en 2021 el crecimiento del PIB regional fue del 4,9%, para este 2022 esperan que sea del 4,8%, y del 4,7% en 2023, según detalló el economista jefe del departamento en la entidad, Miguel Cardoso, que hizo público, junto al director territorial, Juan Carlos Hidalgo, el informe de situación para la región después de entregárselo en persona al presidente de la comunidad, EmilianoGarcía-Page.

Para el BBVA, «el control de la pandemia, la utilización del ahorro embalsado por las familias castellano-manchegas, el impulso en la ejecución de los fondos europeos Next Generation EU y una elevada capacidad productiva sin utilizar» son los factores que van a impulsar esta recuperación, sobre todo en cuanto al consumo, donde se prevé un incremento del gasto por esa «riqueza embalsada» tras meses de confinamiento y restricciones que han llevado a tener una tasa de ahorro «en máximos históricos». Algo que han detectado también en el sector de la vivienda que se ha visto acelerado en los últimos meses.

También reconocieron que las ayudas públicas han servido para mitigar los efectos de la pandemia al permitir mantener el empleo.

De esta forma, la comunidad recuperará «niveles PIB observados previos a la crisis» por la pandemia sanitaria, algo que colocaría a la región entre «las primeras» a nivel nacional en conseguir este hito, señaló Cardoso.

Así, de cumplirse estas previsiones, la economía castellano-manchega crearía, en promedio, unos 86.000 nuevos empleos entre 2021 y 2023, lo que permitiría reducir la tasa de paro hasta el 12,3%.

Incertidumbres

Sin embargo, no dejan de lado las incertidumbres que aún pueden empañar esta recuperación que, si bien en algunos sectores puede ser robusta como en el caso de las exportaciones, en otros puede ralentizarse aún por los «cuellos de botella» que se mantienen en el abastecimiento de determinados bienes o materias primas, y que afectarían sobre todo a sectores como el del automóvil. También los precios de la energía, que siguen al alza, y que elevan los costes de producción en las empresas y reducen los márgenes.

La inflación es otro de los aspectos que preocupa en el servicio de estudios de BBVA y que en Castilla-La Mancha se sitúa en torno al 7%, mermando el poder adquisitivo de las familias.

Advierten que a corto plazo habrá que tener en cuenta la evolución de los riesgos geopolíticos, y empiezan a tomar importancia los riesgos asociados a una mayor inflación y a la respuesta de los bancos centrales.

La formación en capital humano será otra de las claves

El economista jefe de 'BBVA Research', Miguel Cardoso, apuntó a los fondos europeos también como palanca para afianzar esta recuperación ya que «Castilla-La Mancha debería ser una de las principales receptoras» de los Next Generation EU. Son dos ejes los que van a vertebrar el plan en la región: digitalización y sostenibilidad, por lo que el impulso de las industrias ligadas a la sostenibilidad absorberán mucho capital, pero habrá que hacerlo de manera «inclusiva» advirtió, por lo que fijó en la formación el foco para aprovechar el uso intensivo de los recursos.

«Hablamos de gente muy cualificada y el riesgo es que este crecimiento deje atrás a un porcentaje elevado de la población sin la formación adecuada» indicó Cardoso. Formación e inversión en unas administraciones que traten de mejorar el sistema de encaje de ese capital humano, dijo.