En el verano de 2017 se iba Neymar: el PSG rompía el mercado por todos lados y ponía 222 millones de euros sobre la mesa. En el verano de 2020 se iba Luis Suárez: una maniobra ruinosa que a cambio de apenas seis millones en variables reforzaba a un Atlético que ganaría LaLiga con 21 goles del uruguayo. En el verano de 2021 se iba Messi: el Barça, ahogado por las deudas, fue incapaz de renovar el contrato de su gran estrella histórica, que ponía rumbo a París.
Cronológicamente, el Barcelona jamás llenó el hueco que dejó el brasileño; lo intentó con dos 'petardazos' económicos de 130 y 120 millones llamados Coutinho y Dembélé. Luego tampoco logró llenar el de Suárez porque Griezmann jamás se adaptó ni al club ni a sus esquemas de juego (ni Messi a él). Y, finalmente, no logró llenar el hueco que dejó Messi porque, sencillamente, es un socavón imposible de llenar.
De ahí que la irrupción de un nuevo tridente de primer nivel mundial, la 'DLR', haya sentado tan bien al equipo y a su afición, deprimida en tres fases durante los últimos cinco años. Es cierto que se ha invertido fuerte en su confección: Ousmane Dembélé costó 125 millones (más variables) en aquel verano de la locura, y por Lewandowski y Raphinha se han pagado este curso 45 y 58 millones, respectivamente. Casi 220 'kilos' frente a los 170 invertidos en Neymar (88 oficiales), Suárez (82) y Messi, canterano a coste cero.
La comparación
En la 14/15, cuando el cuadro azulgrana logró el segundo triplete de su historia (única entidad del mundo que alzó Liga, Copa y Champions dos veces), la media de edad de la 'MSN' era de apenas 25 años y cuatro meses (de los 27 de Messi y Suárez a los 22 de Neymar). Este año, esa media se eleva hasta los 28 por 'culpa' de los 34 años de Lewandowski, aunque Dembelé y Raphinha están en 25.
Sobre el rendimiento deportivo, hay un empate técnico en el estreno de ambos tridentes en sus cuatro primeros partidos del torneo doméstico juntos. Luis Suárez no pudo debutar hasta octubre de 2014 debido a la sanción FIFA que arrastraba desde el Mundial de Brasil (y su triste famoso mordisco a Chiellini): debutó con un 1-3 en el Santiago Bernabéu, ante un Real Madrid que precisamente dirigía Carlo Ancelotti... pero en esas cuatro primeras fechas ayudó con tres asistencias, Messi aportó tres goles y Neymar, tres tantos y dos asistencias. En total, seis dianas más seis pases de gol. Enfrente, una 'DLR' que ha comenzado con un gran entendimiento: Dembélé ha visto una vez portería y dos asistencias, Raphinha uno y una... y Lewandowski se ha ido hasta las cinco conversiones. Un total de siete tantos y tres pases de gol.
Fondo de armario
Durante esas tres gloriosas campañas, Luis Enrique diseñó un vestuario en el que la 'MSN' apenas tuvo competencia: Pedro (terminó saliendo), Munir y un año de Paco Alcácer fueron las alternativas a las lesiones o rotaciones de las tres figuras blaugranas. Sin embargo, en la presente temporada sí hay un relevo detrás que asegura que los tres atacantes estén 'atentos' y sientan presión desde el banquillo: Ansu Fati, Ferrán Torres e incluso Memphis, jugadores de primer nivel que completan una delantera de ensueño.