El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha dice que parece que se está dando "la tormenta perfecta" con la subida de los costes energéticos y los problemas de suministros. Sin embargo, Ángel Villafranca ha mandado hoy un mensaje de tranquilidad. Asegura que no habrá problema de desabastecimiento de alimentos en los lineales de los supermercados. ¿La razón? Pues básicamente que España es un gran productor. 

Señala que juega a favor "la proximidad que tiene prácticamente de todos los alimentos que producimos" y habló de frutas, hortalizas, vino o aceite. "Para la población española está totalmente garantizado el abastecimiento", comentó.

Otra cuestión es la exportación, donde sí ve más problemas. Explica que faltan contenedores, que hay costes que se incrementan y que también "hay dificultades para conseguir botellas de vidrio, cartón, etiquetas, cápsulas de aluminio para el vino, palés, plásticos, pvc, parece que todo ha desaparecido". Añade que también hay que sumar los incrementos del precio del gas o la electricidad. Y eso tiene efectos para la economía, pues recuerda que "nuestro objetivo es exportar más que importar". "A España le va mejor si encuentra facilidades en la salida de productos", apunta.

También dejó caer que este aumento de costes no debería repercutir en el precio que llega al consumidor, pero avisa de que tampoco tiene que asumirse por la base de la cadena, "que ya está soportando ese incremento". Cree que en la cadena de valor "hay suficiente margen" para que todas estas circunstancias no encarezcan más la cesta de la compra..

Con todo, Villafranca espera que no se llegue al punto que la industria agroalimentaria tengan que paralizar el embotellamiento. "Yo confío en que esto no se produzca", expuso. Quizá para lo que sí habría que 'parar' un poco es para reflexionar. Villafranca pone en el punto de mira "el modelo económico tal y conforme lo tenemos diseñado". Asume que sería hablar de macroeconomía y geopolítica estaríamos hablando de macroeconomía y geopolítica. "No sabemos las grandes potencias a qué está jugando", dejó caer, "España, como país exportador de alimentos, tenemos que saber dónde dirigimos nuestros productos, con quién nos alineamos y dónde estamos".