«La de Albacete es una cárcel tranquila»

Josechu Guillamón
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«En la cárcel de Albacete hay bastantes reincidentes, como en todas las prisiones»

Imagen de Antonio Moreno de la Santa-Limia. - Foto: Rueda Villaverde

Antonio Moreno de la Santa-Limia es el titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla-La Mancha, que tiene jurisdicción sobre el Centro Penitenciario de Albacete, la prisión de Herrera de la Mancha y la de Alcázar de San Juan, además de ser juez decano de Ciudad Real.

¿El Centro Penitenciario de Albacete se puede considerar una cárcel tranquila dentro de Castilla-La Mancha?

Sí, la de Albacete es una cárcel tranquila, que funciona muy bien y no tiene sobreocupación. Además tiene un CIS que también funciona muy bien, para los internos de tercer grado.

¿Hay mucha reincidencia en el Centro Penitenciario de Albacete?

En la cárcel de Albacete hay bastantes reincidentes, como en todas las prisiones. En todas las prisiones la reincidencia es algo muy habitual.

¿Cuál es la importancia de los permisos penitenciarios y de las libertades condicionales a la hora de lograr la reinserción de los internos?

Es muy importante, porque nosotros tenemos que devolver al interno a su sitio, a su núcleo familiar y social. Si eso se hace de forma progresiva, siempre se podrá actuar y trabajar con ellos mucho más que si se hiciera de repente. Una persona que está cinco años privada de libertad si se la suelta sin haber tenido permisos pues va a ser más difícil que se adapte, lo lógico es que vaya manteniendo el contacto con la familia y con su grupo. Para progresar lo lógico es que todo vaya encadenado, que vaya una cosa detrás de otra, para favorecer que vuelva a su vida, que hay que intentar mejorar y cambiar, en todo lo que haya sido negativo y que haya inducido al delito.

De hecho los presos quebrantan muy pocos permisos.

Es cierto, se quebrantan muy pocos permisos, es algo anecdótico.

¿Cuál es la razón más habitual para una sanción de aislamiento?

En el sistema penitenciario hay un régimen sancionador y hay faltas leves, graves o muy graves. Para entrar en un aislamiento tienen que ser faltas muy graves, están reguladas en la ley general penitenciaria. Lo más normal son peleas graves, con lesiones, entre los propios internos o lesiones a funcionarios. Es lo más grave que puede suceder.

¿Qué es lo más gratificante de su profesión?

Pues terminar el día pensando que has hecho tu labor lo mejor posible y defendiendo los derechos de los internos, pero también protegiendo a la sociedad.