Adiós a la mascarilla en el autobús y en el taxi

Teresa Roldán
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Casi la mitad de los viajeros ayer todavía hacía uso de la protección que la pandemia del Covid

Vista del interior de un autobús. - Foto: Arturo Pérez

Después de casi tres años desde que comenzó la pandemia del coronavirus, poco a poco se ha ido eliminando el uso de la mascarilla. Primero en la calle y espacios al aire libre, después dejó de ser obligatoria en tiendas, bares y restaurantes y, finalmente, ayer entró en vigor el fin de la obligatoriedad de este elemento de protección en el transporte público, una vez se publicó esta última modificación del Real Decreto de 19 de abril de 2022 en el Boletín Oficial del Estado.

A partir de ahora, los usuarios del transporte público no tendrán que llevar el cubrebocas durante sus viajes. Pero no todos los viajeros se han enterado por igual de esta medida, y los que lo han hecho se reparten casi a partes iguales entre los que siguen haciendo uso de la mascarilla en los autobuses o taxis por precaución o protección de los colectivos más vulnerables y los que ven un «un gran alivio» que desaparezca la obligación de su uso.

Aplauden especialmente esta medida los conductores de autobuses urbanos y taxis en la ciudad, «ya no sólo por nosotros, sino también por los clientes», aseguró Juan Ródenas, taxista de profesión desde hace 12 años. «Yo tenía muchas ganas de quitarme la mascarilla, porque no era lógico que en unos lugares se permitiera y en otros no; o todos con mascarilla o ninguno».

Este taxista reconoció no obstante que en la primera jornada sin obligatoriedad del cubrebocas muchos viajeros iban con mascarilla, «en su mayoría por desconocimiento, hasta que al verme a mí sin ella y preguntarme, se enteraban de la noticia».

En la misma línea se manifestó otro de los titulares de taxi, José Valenciano Maestro, que aseguró «que era un incordio porque muchos pasajeros se quejaban y teníamos problemas con ello, ahora ya no hay que discutir». Sin embargo, sus clientes mayoritariamente usaron ayer la mascarilla dentro del taxi, «porque el interior del vehículo es un sitio pequeño y es fácil contagiarse en una época como la actual en que proliferan las infecciones respiratorias», agregó.

De igual forma se pronunció Alfredo Pinedo, conductor de autobús urbano, que aseguró que «aunque nos habíamos acostumbrado a usar las mascarillas se perdía esa relación más directa con los viajeros, con lo que estamos de enhorabuena por su eliminación».

Nada más subir al autobús los usuarios encuentran un cartel informando de esta novedad, aunque muchos viajeros «por precaución» y ante la proliferación de virus siguen utilizándola, y como protección «hacia las personas mayores con las que trabajo», apuntó una pasajera del bus, mientras que otro viajero calificó de «una liberación» esta imposición «por el desconcierto que implicaba tener que llevarla siempre en el bolsillo para el uso en espacios cerrados como éste».