Con cuatro grado bajo cero y una nieve incesante, Pedro López y Andrés Ortega entraron ayer a territorio ucraniano, desde el puesto fronterizo de Rumanía, para repartir personalmente los más de 1.800 kilos de alimentos y material, que a lo largo de la pasada semana fueron donados por decenas de albacetenses para la población ucraniana afectada por la invasión rusa.
Las dos furgonetas que salieron el pasado sábado desde Ferretería Chinchilla, promotora de esta iniciativa solidaria, llegaban en la noche del domingo a la frontera de Rumanía con Ucrania, concretamente al centro logístico más importante del país, donde en principio se iba a realizar el traslado del material y alimentos desde los vehículos de los albacetenses hasta los camiones que tienen conducto para pasar al país en conflicto.
Según relató ayer a La Tribuna de Albacete el exmilitar Pedro López, propietario de la mencionada ferretería e impulsor de esta acción de ayuda humanitaria, por la tarde se le acercó un ciudadano rumano que leyó en español el anuncio de su ferretería que lleva impreso a la espalda de un plumas del Albacete Balompié: «Lo escuché leer en español Ferretería Chinchilla y me sorprendió tanto que empezamos a hablar y me contó que había estado 15 años trabajando en Madrid».
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