«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais», decía el replicante en sus últimas palabras en Blade Runner, la extraordinaria película de Ridley Scott. Eso mismo podríamos decir hoy, quienes vivimos la Transición, a esos más jóvenes que no lo hicieron y a los que el nombre de Ramón Tamames debe decirles muy poco, o incluso tal vez nada, y que si le conocen es porque estos días ha saltado a la actualidad como factible candidato a la Presidencia del Gobierno en la estrafalaria moción de censura que Vox pretende presentar al Gobierno de Pedro Sánchez y que es realmente impensable y difícil de creer, pero que sin embargo ha ocurrido. Esa  moción de censura anunciada por el partido ultraderechista no se sostiene por su nula capacidad de llegar a su destino y en la que sorprende que un partido nostálgico del franquismo y su dictadura elija como presidenciable a una de las figuras más históricas de la lucha antifranquista. Asombra la decisión de Abascal y todavía sorprende más el que Tamames acepte el ofrecimiento, por mucho que el economista venga girando hacia la derecha desde hace muchos años para llegar desde el comunismo y la militancia antifranquista al centro del ya desaparecido CDS fundado por Adolfo Suárez.
A punto de cumplir los 90 años, Ramón Tamames aceptaría presidir un Gobierno haciendo pareja con Abascal con la misma naturalidad que en los años 80 formó tándem municipal con Tierno Galván en el Ayuntamiento de Madrid. Este Tamames nonagenario de la moción es un verdadero replicante de ciencia-ficción en pleno triple salto mortal político que parece haber envejecido más que madurado en las últimas décadas.