El servicio de Medio Ambiente, que trabaja desde hace varios años para buscar una solución para eliminar los puntos de bolseo en las puertas y mejorar la recogida de basura en las calles del Casco Antiguo, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), y que instaló los conocidos burladeros en diferentes calles, ha puesto en marcha un proyecto para mejorar el entorno, con el apoyo de los propios vecinos. Julián Martínez Lizán, concejal del área, explica que se han realizado distintas experiencias piloto en el barrio, «porque las condiciones de la zona, con calles estrechas y con dificultades para el acceso de los camiones de recogida, nos ha obligado a actuar de manera drástica, al tiempo que hemos venido realizando reuniones vecinales para dar a conocer los objetivos del proyecto, que es compartido, y no es otro que el de lograr que nuestro Casco Antiguo esté lo más limpio posible». Destaca que en las últimas semanas se ha acometido la limpieza de un solar del conocido como Barranco del Judio, «en el que se ha trabajado de manera coordinada entre los distintos servicios municipales y los propios vecinos y asociaciones vecinales, lo que nos ha permitido retirar los escombros, la basura y los enseres depositados, dejando limpia la zona, que se ha pintado y vallado para cambiar un lugar feo y descuidado, convirtiéndolo en algo bonito».

Contenedores pequeños. Explica el concejal que en los últimos tiempos se han ido colocando en distintas zonas del Casco Antiguo «contenedores pequeños o de baja capacidad en las que, por tratarse de calles estrechas, el camión de recogida se encuentra con grandes dificultades para pasar; y se han eliminado por completo las recogidas de las bolsas de basura en las propias puertas de las casas, procediendo a realizar una recogida especial en dichos contenedores». Recuerdan desde Medio Ambiente que «la sustitución de los puntos de bolseo  es  importante, entre otras cosas porque al hacerlo se evita que perros y gatos rompan las bolsas que se dejan en la calle y la basura se desparrame por la zona, provocando que acudan roedores, insectos y otros animales. Además, la basura en el suelo, no solo da una imagen mala de las calles en las que se encuentra, sino que puede llegar a provocar manchas en las aceras, malos olores y, lo que es peor, problemas sanitarios». Y explican que «para que este proyecto pueda seguir adelante necesitamos  la colaboración de todos los vecinos» que deben utilizar adecuadamente los contenedores, depositar la basura en bolsas cerradas y no depositar enseres en la calle. En la presente campaña de información y sensibilización, que va a continuar, «como primer paso para cambiar costumbres y asumir el reto de mejorar nuestro entorno», desde el servicio se han instalado contenedores (burladeros), en la Plaza de la Iglesia, Ánima, calle del Beso y Barrio Nuevo, General Cassola, Cantón, Bernales, Cantarería,  José Zamorano, sacerdote Lázaro Fernández , Aire, Alba y el Barranco del Judio.