Editorial

El turismo regional gana terreno en Semana Santa

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La actual Semana Santa, tras dos ediciones marcadas por la pandemia del coronavirus y sus pertinentes restricciones que afectaron de lleno al sector turístico, llegó con unas buenas previsiones para el turismo de interior, el que se potencia y ofrece desde Castilla-La Mancha. Las previsiones antes del inicio de la semana de pasión eran muy positivas, pero el desarrollo de estos días festivos hace que esas expectativas se queden cortas, tal y como destacó Blanca Fernández, consejera de Igualdad y portavoz, quien indicó que se están superando todas las previsiones que había en los días previos a su celebración, ya que, en términos de cifras turísticas, como pernoctaciones en alojamientos hoteleros y ocupación en turismo rural, «está yendo muy por encima incluso de las expectativas, que ya eran muy buenas». En términos turísticos, 2019 es el año de referencia por ser el mejor de toda la historia, no sólo en Semana Santa, sino durante todo el año, y se mostró convencida de que «este año lo vamos a batir, porque están yendo las cosas francamente bien».  

El éxito turístico de estos días tiene dos componentes muy importantes, ya que por un lado están las celebraciones religiosas y los desfiles procesionales, cada vez con más localidades con distinto grado de interés turístico reconocido, gracias al buen trabajo de consistorios y juntas de cofradías, y por otro lado está el fomento del turismo de interior, que también cuenta cada vez más con una mayor oferta, variada y atractiva, no sólo para los habitantes de la región, sino para los de otras comunidades y del extranjero.

Por lo que respecta a la provincia de Albacete, el sector del alojamiento y hospedaje turístico se encontraba entre el 90 y el 95% de ocupación al principio de semana, por lo que con la llegada de los días festivos era previsible que la mayoría de establecimientos de turismo de interior pudiesen alcanzar el cien por cien de las reservas. Sierra del Segura, Sierra de Alcaraz y La Manchuela son las comarcas con mayor tradición de turismo rural en la provincia, pero en Semana Santa hay una cuarta que lidera la demanda del turista, que es la comarca hellinera, cuyas poblaciones son mundialmente conocidas por sus tamboradas. De esta forma, la provincia albacetense realiza una oferta variada, porque por un lado los visitantes pueden encontrar la atractiva y puntual de las celebraciones de Semana Santa y, por otro, las alternativas culturales y de ocio que ofrecen un gran número de localidades que se encuentran en las comarcas antes citadas.

Las cifras de visitantes, que se confirmarán tras el paso de estos días festivos, invitan al optimismo y a mantener la apuesta por un turismo de interior que, como se demuestra durante estos días, en la comunidad de Castilla-La Mancha tiene una amplia y variada oferta.