«Es muy bonito poner a la gente de acuerdo»

Pedro Belmonte
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La temporada del diestro albacetense Sergio Serrano puede calificarse de 'cum laude' tras su actuación en la Feria local, donde cortó tres orejas a los toros de Victorino Martín y se proclamó triunfador

Sergio Serrano pasea las dos orejas de su primer enemigo de la Feria de Albacete. - Foto: Arturo Pérez

La temporada de Sergio Serrano no puede calificarse de otra forma que sobresaliente, con un colofón «cum laude», como se califican los trabajos académicos que sobresalen hasta la excelencia. Su actuación el pasado 14 de septiembre en la Feria de Albacete cortando tres orejas a los toros de Victorino Martín le ha hecho acreedor de prácticamente todos los trofeos en liza, tanto oficiales como de instituciones o clubes privados, resumiéndose todos en el de Triunfador de la Feria de Albacete que otorga el Ayuntamiento de la capital y que lleva el nombre del maestro Dámaso González.

Un año muy propicio para el torero de Albacete, resultado de mucho trabajo, constancia y afición. «Me tenía que llegar en este momento y, aunque ha tardado, parece ser que me está llegando. Todos conocen mi trayectoria, mi manera de ser, mi lucha y además llevo mucho tiempo. Nadie regala nada, aunque la suerte va y viene también, y si llega el momento que estás buscando, que te pille trabajando, es decir, preparado para que sea de verdad. También es cierto que podía no haberme llegado porque me hubiese aburrido, pero cuando parece que llega el momento yo estaba ahí y es el camino para ver si consigo alcanzar lo que llevo buscando mucho tiempo».

Ha sido una carrera de fondo y en todo ese tiempo hay altibajos emocionales. «Al final no deja de ser una profesión muy difícil y se tienen altibajos, pero he tenido la suerte de tener gente buenísima a mi lado, la peña, la familia, amigos que han estado siempre ahí, e incluso el cariño de la afición, lo que hacía preguntarme que sin haber hecho nada me sentía muy querido, por lo que cuando he tenido momentos de tirar la toalla, ha habido circunstancias que me han hecho seguir, como cuando le corté las dos orejas a un toro de Cuadri en Azpeitia, era un momento en que estaba mal anímicamente y aquello, junto a una conversación con mi padre, me hicieron no tirar la toalla y más tarde, cuando estaba todo muy difícil y sin salidas, ese toro en Madrid de Saltillo, que fue el que empezó a cambiar todo, porque ese día sabía que si no pasaba algo, volver a Madrid iba a ser muy difícil, por lo que era mi último cartucho y a Albacete sabía que iba a volver después del toro de Torrestrella, pero Albacete me servía para luchar pero no para cambiar mi moneda, por ser de Albacete, una feria ya tardía, por lo que tenía claro que si me tenía que ir, que fuera como un tío echando el resto y muy consciente de lo que me jugaba y salió la moneda por la cara».

Ha acaparado todos los premios por la feria de Albacete. «Es muy bonito poner a la gente de acuerdo y recibir los premios de agrupaciones, los oficiales, de bares y restaurantes, en fin, de todos sitios. A parte de la satisfacción que da, servirá para recordar un día muy importante para mí porque esto marca como venía y lo que buscaba, como quería que me viesen mis paisanos. Se me ve feliz y cuando un hombre está feliz, se refleja en otros aspectos de su vida y en nuestro caso, que no dejamos de ser artistas, lo plasmamos en el ruedo. Estoy en un momento que me encuentro muy seguro de mí mismo y ha venido después de mucho sacrificio y mucha preparación, y cuando ha llegado se nota porque estoy disfrutando en el ruedo y eso lo siente el espectador en el tendido».

El valor de los toreros es mezcla de cabeza y arrestos. «Hay veces que por las circunstancias tienes que tirar para adelante, con poco oficio, que me ha costado mucho, y me ha pasado que tienes que enfrentarte a corridas duras sin el oficio necesario para estar delante de ellas y me tocaba tirar de raza y como digo a veces, tenía menos papeles que una liebre en una viña, pero el tiempo y no tirar la toalla nunca, vas adquiriendo esa técnica, esos conocimientos que hacen que ese valor que antes era más de arrojo, se convierta en un valor más inteligente, que ayude a expresar tu tauromaquia. Ahora estoy en ese momento, pero no quita que cuando hay que irse a la puerta de chiqueros y echar la pata palante haya que hacerlo, porque es mi forma de ser».

Un torero muy agradecido, con detalles hacia aficionados que no es habitual verlos. «Sergio Serrano ahora es la suma de todas esas circunstancias y personas que han pasado por mí, porque es importante no olvidar quien te ha ayudado. Las personas no solemos olvidar a quienes han hecho algo que no nos ha gustado, a quienes no han apostado por nosotros, pero eso al final solo te deja resentimientos, y en cambio solemos olvidar a aquellos que te han ayudado a seguir en tu camino y a seguir progresando y ahora que he tenido la posibilidad de poder torear más, he podido hacer esos brindis que tenía en el corazón y que era gente que lo merecía. A quienes se los he brindado saben bien el porqué, ya que me han ayudado y no tenían la obligación de hacerlo».

La temporada está casi terminada, pero quedan algunas cosas. «Me queda el Festival de Povedilla el 10 de octubre, con Conde, Manzanares, El Cordobés y Daniel de la Fuente, ese festival que organiza la familia de Samuel Flores y el Festival del Cotolengo creo que será el 6 de noviembre con mis compañeros matadores de Albacete».