La crisis económica ya se está dejando sentir. Y la ralentización del crecimiento de la economía a nivel estatal, también. Uno de los mejores termómetros para medir las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania y de la disparada inflación es la creación de empresas. Poco a poco, conforme han ido pasando los meses de 2022, la constitución de nuevas compañías se ha ido reduciendo levemente, hasta que el acumulado entre enero y julio ya registra peores datos que el mismo periodo de 2021.
Tanto es así, que al tiempo que aumenta el número de empresas disueltas, baja el número de compañías de nueva creación, tanto en término interanuales como en el acumulado en los siete primeros meses del año 2022. En lo que se refiere al ejercicio en curso, desde el 1 de enero al 31 de julio se han disuelto 24 empresas, dos más que en el mismo tiempo del año anterior, lo que supone un incremento del ocho por ciento en desaparición de mercantiles. Cabe detallar que de esas 24 disueltas, siete se dieron de baja por voluntad y 10 como resultado de una fusión. Si se analiza la diferencia interanual, mientras en julio de 2021 no desapareció ninguna compañía, en el mismo mes de 2022 han causado baja cinco.

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